El ataque en Dallas, en el que cinco policías murieron y otros siete resultaron heridos, parece haber sido obra de un francotirador solitario, sin nexos terroristas, pero es la mayor tragedia para las fuerzas policiales estadounidenses desde los ataques del 11 de septiembre.

He aquí un resumen de lo que se sabe.

Lo que pasó

Los policías fueron tomados como blanco en una manifestación en el centro de Dallas hacia las 21:00 horas de la noche del jueves (22:00 horas en Chile). Centenares de manifestantes protestaban pacíficamente por la muerte de dos negros a manos de la policía el martes y miércoles respectivamente, en Luisiana (sur) y Minnesota (norte).

Videos amateurs captaron numerosos disparos de fusil de asalto, mostrando a la multitud que huía en pánico y policías buscando protección detrás de automóviles y auxiliando a colegas caídos.

El ataque se produjo a pocas cuadras de Dealey Plaza, el lugar donde fue asesinado el presidente John F. Kennedy en 1963.

Balance

Cinco policías muertos, otros siete heridos -quienes en su mayoría ya abandonaron el hospital- y dos civiles heridos.

El sospechoso

Micah Johnson, 25 años, muerto por la policía. El afro-estadounidense, había sido reservista del ejército, desplegado en Afganistán de noviembre de 2013 a julio de 2014. Vivía en los suburbios de Dallas.

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La policía encontró en su casa materiales para fabricar bombas, armas, municiones y chalecos anti-balas.

El atacante fue muerto por la policía en la madrugada del viernes, luego de varias horas de infructuosas negociaciones, mientras se encontraba atrincherado en un garage situado sobre el recorrido de la manifestación.

Al romperse las negociaciones y de un intercambio de disparos, la policía decidió hacer explotar una bomba por medio de un robot a control remoto.

Las causas del ataque

Durante las negociaciones Micah Johnson explicó que estaba “encolerizado” por la muerte de negros a manos de la policía, que quería “matar blancos, en particular policías blancos”, según la policía. El sospechoso también declaró que “no estaba afiliado a ningún grupo y afirmó que había hecho todo solo”, según el jefe de policía de Dallas.

Los policías muertos

Brent Thompson, de 43 años, exmarine antes de integrarse a la policía de Dallas, era padre de seis hijos y se había casado nuevamente hace dos semanas.

Patrick Zamarripa, 32 años y padre de una niña de dos años, había sido miembro de la Marina y servido tres períodos en Irak, antes de unirse a la policía de Dallas, en la que integraba las patrullas en bicicleta.

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Michael Krol, de 40 años, oriundo de Michigan (norte), se había integrado a la policía local en 2007.

Michael Smith, de 55 años de edad y padre de dos niños, había sido Ranger del ejército estadounidense, alistando en la policía de la ciudad en 1989.

Lorne Ahrens, de 48 años y también padre de dos hijos, provenía de California y estaba en el cuerpo de policía desde hacía 14 años.