El enviado especial de Estados Unidos para el proceso de paz en Colombia, Bernie Aronson, confirmó que fue invitado por el presidente Juan Manuel Santos y autorizado por su gobierno para participar en los eventuales diálogos con la guerrilla del ELN.

“Hay potencialmente negociaciones con el ELN y el presidente Santos me ha pedido que esté involucrado, y lo estaré, al menos inicialmente”, dijo Aronson en entrevista publicada este domingo por el diario El Tiempo.

El delegado estadounidense participa en el proceso de negociación que Santos sostiene con las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) en La Habana, Cuba, y que se encuentran su recta final.

Aronson indicó que ya tiene permiso de su gobierno para participar en el eventual diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), pero aseguró que no puede decir “por ahora” cuál sería su rol específico en ese proceso.

El ELN y el gobierno anunciaron el 30 de marzo la próxima instalación de un diálogo formal tras dos años de pláticas secretas. Sin embargo, aún no se concreta porque Santos pide que esa guerrilla abandone primero las operaciones de secuestro y los rebeldes se niegan a hacer “gestos unilaterales”.

Aronson, en tanto, indicó que continuará colaborando en varias tareas del proceso de paz que se desarrolla con las FARC que incluyen la implementación de los acuerdos incluido el esfuerzo de desminado y la desmovilización de los niños armados.

El delegado estadounidense se mostró convencido de que “la guerra (con las FARC) se acabó, y que lo que se acordó es irreversible, asumiendo que sea aprobado por los colombianos en el plebiscito”.

Aronson se mostró optimista respecto a que los colombianos aprueben mayoritariamente los acuerdos firmados en La Habana para que el proceso “se convierta en una oportunidad y una responsabilidad de los ciudadanos”.

El gobierno de Santos y las FARC firmaron hace una semana un acuerdo sobre el cese al fuego bilateral y definitivo y el desarme de los rebeldes, que será vigilado por la ONU una vez se suscriba la paz.

Colombia vive un conflicto que ha enfrentado durante más de 50 años a guerrillas, paramilitares y agentes del Estado, dejando un saldo de alrededor de 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.