Los fondos de la campaña de Donald Trump escasean y las encuestas de opinión no le son favorables. A menos de cinco meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la experiencia política de la candidata demócrata Hillary Clinton, más disciplinada y mejor financiada, está dando frutos.

Hace semanas que el candidato republicano a la Casa Blanca atraviesa por malos momentos.

No es la primera vez que Trump se encuentra a la defensiva en su campaña electoral, pero el multimillonario populista se muestra desorganizado cuando tendría que estar alentando la moral de la derecha estadounidense y poner en marcha la infraestructura necesaria para poder ser elegido a ocupar la Casa Blanca.

Las cifras de recolección de fondos durante mayo registraron un descenso, preocupando a su equipo. Trump recolectó 3,1 millones de dólares (59 millones desde el año pasado), un bajo nivel sin precedentes en la historia reciente para un candidato presidencial de peso. Hillary Clinton, en cambio, recaudó 26,4 millones en mayo (212 millones desde el año pasado).

Clinton gasta más que su rival en salarios (tiene más de 700 empleados y Trump solo 70) y en publicidad, pero su nivel de tesorería es impresionante: al 1 de junio contaba con 42,4 millones en caja, mientras que Trump solo tenía 1,3 millones.

En comparación, en 2012 el candidato presidencial republicano Mitt Romney inició el verano boreal con un presupuesto de 17 millones.

Hillary Clinton ha priorizado la recaudación de fondos y le lleva una gran ventaja a Trump. El lunes participó en tres recepciones en Nueva York en las que unas 130 personas contribuyeron con un mínimo de 33.400 dólares cada uno para su campaña.

Trump, en cambio, recién comenzó a pedir contribuciones de manera activa a fines de mayo, aunque puede usar parte de su propia fortuna.

“De ser necesario, podría tener un presupuesto ilimitado, pues pondría dinero de mi propio bolsillo, como lo hice durante las elecciones primarias con más de 50 millones de dólares”, señaló Trump en un comunicado.

El costo de una campaña presidencial suele ser diez veces superior a esa cifra. Barack Obama recaudó 745 millones de dólares en 2008.

Trump anuncia un cambio en su campaña

Además de los problemas financieros, Trump ha sido criticado por figuras importantes de su partido por sus declaraciones consideradas “racistas”.

Luego de asegurarse la nominación republicana a la presidencia, había alegrado a los legisladores de su partido al publicar una lista de jueces conservadores como sus candidatos para la Suprema Corte.

Pero el partido espera aún que se defina un plan de batalla contra Hillary Clinton que vaya más allá de unos tuits provocadores.

El magnate se deshizo el lunes de su director de campaña, Corey Lewandowski, con el fin de profesionalizar sus maniobras.

“Hemos llevado a cabo una linda y pequeña campaña hasta ahora y eso funcionó bien en las (elecciones) primarias. Ahora las cosas van a cambiar un poco”, dijo Trump el lunes en el canal de televisión Fox News.

La convención de investidura del candidato tendrá lugar en Cleveland del 18 al 22 de julio y en ella el Partido Republicano tendrá que unirse detrás de su candidato.

Pero casi 400 de los 2.472 delegados republicanos se han asociado para intentar dar un golpe y derrotar a Donald Trump, informó el diario The Washington Post, una iniciativa que tendrá pocas chances de ser exitosa ya que la dirección del partido apoya al multimillonario.

Hillary Clinton lidera las encuestas con un promedio de 45% de las intenciones de voto contra 39% para Trump. La exsecretaria de Estado tiene más apoyo que el magnate en asuntos tan variados como la inmigración y la política exterior, según una nueva encuesta de CNN.

Sin embargo, Trump sigue teniendo la confianza de los estadounidenses en asuntos de economía, según este mismo estudio, y también le gana a Clinton en políticas antiterroristas.