Japón decidió suspender sin plazo fijo la instalación en su territorio de dos unidades de un sistema de defensa antimisiles estadounidense, a causa de problemas técnicos que podrían provocar retrasos importantes y costos adicionales.
“Estamos en punto muerto” respecto a este programa, declaró este martes el primer ministro japonés, Shinzo Abe, refrendando de esta manera la sorpresiva decisión anunciada el lunes por su ministro de Defensa, Taro Kono.
Inicialmente, Japón preveía invertir unos 450.000 millones de yenes (3.700 millones de euros o 4.160 millones de dólares al cambio actual) a lo largo de 30 años para la instalación y mantenimiento de dos equipos de defensa antimisiles terrestres Aegis Ashore. Uno de ellos debía ubicarse en el oeste del archipiélago y el otro en el norte.
El gobierno de Abe había decidido adquirir estas dos unidades en 2017, en momentos en que Corea del Norte aumentaba sus pruebas de misiles cerca de las costas de Japón, e inclusive algunos hasta sobrevolaron su territorio.