China denunció este lunes la “enfermedad crónica” del racismo en Estados Unidos, tras la muerte de un afroestadounidense detenido por la policía, que provocó una serie de manifestaciones en el país.

Los incidentes en varias ciudades estadounidenses son la señal de “la gravedad del problema del racismo y de la violencia policial en Estados Unidos”, declaró a la prensa el portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian.

Zhao hizo una comparación entre la violencia en Estados Unidos con la que sacudió el año pasado la región semiautónoma china de Hong Kong, en reacción a la influencia de Pekín en la ex colonia británica.

A su entender, la respuesta de Estados Unidos a las manifestaciones contra la violencia policial en su territorio es “un caso de escuela del doble rasero de renombre mundial”.

“¿Por qué Estados Unidos trata como héroes a los partidarios de la violencia y la supuesta independencia de Hong Kong, calificando al mismo tiempo de ‘agitadores’ a aquellos que denuncian el racismo?”, se preguntó.

Miles de soldados patrullaban el domingo las principales ciudades de Estados Unidos, tras cinco noches consecutivas de protestas contra el racismo y la brutalidad policial que desembocaron en disturbios, una violencia que el presidente Donald Trump atribuye a radicales de izquierda.

La rabia desatada en el país tras la muerte el lunes en Minneapolis de un hombre afrodescendiente de 46 años, George Floyd, a manos de un policía blanco, provocó disturbios acompañados de saqueos e incendios provocados en esta ciudad del norte del país.

Trump, señalado de enardecer la violencia por sus calificativos en Twitter, donde calificó de “matones” a los manifestantes, prometió poner fin a “la violencia colectiva” y responsabilizó de los desmanes a la “izquierda radical” y a los movimientos antifascistas.