Estados Unidos instó a China a levantar las restricciones de movimiento impuestas al reputado abogado Wang Quanzhang y pidió la liberación de otros defensores de derechos humanos detenidos en el gigante asiático.

Wang, que defendió a activistas políticos, fue liberado este mes después de permanecer casi cinco años en prisión, pero se le impidió regresar a su hogar.

El Departamento de Estado llamó a China a permitir “libertad de movimientos para Wang, incluida la posibilidad de juntarse con su familia en Pekín”.

“Seguimos muy preocupados por los informes del declive de su salud física y mental, y de su maltrato en prisión”,
dijo la vocera del Departamento de Estado, Morgan Ortagus.

“Continuamos pidiendo la liberación de todos los detenidos injustamente, como Li Yuhan y Yu Wensheng, así como de otros ciudadanos chinos detenidos simplemente por ejercer sus derechos humanos y libertades fundamentales en busca de una sociedad más justa y equitativa, gobernada por el estado de derecho”, acotó.

Wang fue arrestado en medio de la represión generalizada contra abogados y críticos del gobierno chino en 2015.

Su esposa, Li Wenzu, dijo a la AFP a principios de abril que temía que Wang debiera cumplir arresto domiciliario y quedara bajo vigilancia pese a su salida de prisión.

Estados Unidos criticó durante el fin de semana el arresto de activistas de alto perfil en la lucha por la democracia en Hong Kong, en línea con los frecuentes reparos de Washington ante el historial chino en relación a los derechos humanos.

El presidente estadounidense, Donald Trump, también ha apuntado a China por su manejo de la pandemia de COVID-19, que se originó en Wuhan, aunque desde hace unas semanas atenuó las críticas para limar asperezas con el presidente Xi Jinping.