El volcán Taal escupía este lunes lava y una gigantesca columna de cenizas y humo al sur de la capital de Filipinas, donde cientos de vuelos internacionales fueron cancelados por miedo a una inminente erupción “explosiva”.

Una fina capa blanca cubría las casas y calles de los alrededores del volcán, situado a 65 km de Manila, causando caos en el tráfico.

Los geólogos afirmaron que el volcán seguía activo y echaba lava a unos 500 m de altura desde una nueva grieta, en el flanco norte. También se sintieron temblores en la zona.

AFP
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“Fuentes” de lava

La erupción comenzó el domingo con una explosión de vapor de agua a presión y de rocas y la aparición de una columna de 15 kilómetros de alto.

El lunes por la mañana se veían “fuentes” de lava, según el Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (Phivolcs).

Las autoridades han elevado la alerta al segundo nivel más alto debido al peligro de una erupción “explosiva” que podría producirse en las próximas horas o días.

El jefe de Phivolcs, Renato Solidum, explicó a la AFP que la lava era una señal de actividad en el volcán, pero dijo que se ignoraba si continuaría.

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Los sismólogos de los servicios gubernamentales han detectado magma elevándose hacia el cráter mientras se sienten temblores cerca del volcán, cuya cima está iluminada por rayos, imágenes que han sido ampliamente difundidas por medios de comunicación y redes sociales.

Estas luces suelen producirse por encima del volcán, en un fenómeno poco conocido que se atribuye a la electricidad estática.

Según Phivolcs han caído escombros de hasta 6,4 cm de diámetro, o más, en las zonas aledañas al cráter.