Corea del Norte ha reducido las raciones que entrega a la población a su nivel más bajo a estas alturas de año y puede verse forzada a cortarlas más si no entra ayuda internacional, según reveló el viernes la ONU.

Cerca de 10,1 millones de norcoreanos, el 40% de la población, sufren por la escasez de alimentos después de la peor cosecha en una década en el país, según un análisis de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos.

Expertos de ambos organismos de la ONU viajaron a Corea del Norte en abril y noviembre de 2018, cuando visitaron cooperativas agrarias, áreas rurales y urbanas y centros de distribución.

Los delegados observaron que el sistema de distribución de alimentos gubernamental, del que depende gran parte de la población, se ha visto obligado desde enero a cortar la ración que recibe cada persona diariamente hasta los 300 gramos, menos de los 380 que les correspondía en el mismo periodo del año anterior.

Muchas familias ingieren muy pocas proteínas, y se alimentan la mayor parte del año de una dieta basada en el arroz y el kimchi, una preparación fermentada de vegetales.

“Esto es preocupante porque muchas comunidades son ya extremadamente vulnerables y los futuros recortes a las ya nimias raciones de comida, podrían empujarlos a una profunda crisis de hambre”, explicó Nicolas Bidault, codirector de la misión.

“Hay preocupación que ante la ausencia de asistencia externa, las raciones pueden recortarse en los meses críticos, entre junio y octubre”, advierten los expertos.