El tren del líder norcoreano, Kim Jong-un, superó la mitad de los 4.000 kilómetros rumbo a Hanói para su visita de Estado a Vietnam, y una cumbre con Donald Trump, para continuar diálog sobre desarme nuclear de Singapur.

Aquel encuentro -el primero entre mandatarios de los dos países- dejó muchos interrogantes en lo que se refiere a la desnuclearización, y los analistas consideran que es necesario que la cita en la capital vietnamita aporte respuestas más claras.

En Singapur, Kim prometió “trabajar por la desnuclearización completa de la península coreana”, pero la ausencia de avances desde entonces ha generado críticas.

El representante especial de Estados Unidos para Corea del Norte, Stephen Biegun, reconoció en enero que Pyongyang y Washington no tenían una “visión compartida sobre lo que implica la desnuclearización”.

Estados Unidos ha pedido repetidamente que Corea del Norte abandone su arsenal nuclear de forma completa y verificable.

Pyongyang tiene un concepto más amplio de la desnuclearización y busca el fin de las sanciones y de lo que considera amenazas estadounidenses -que en unas ocasiones incluyen la presencia militar estadounidense en el Sur y, en otras, en toda la región-.

“La ambigüedad y oscuridad del término ‘desnuclearización’ exacerba el escepticismo sobre el compromiso de Estados Unidos y de Corea del Norte con la desnuclearización”, escribió Shin Gi-wook, director del Programa Corea de la Universidad de Stanford.

Trump ha recurrido al palo y la zanahoria con Corea del Norte: elogió la “gran fuerza motriz económica” que representa, pero también aseguró que se mantendrán las duras sanciones hasta que el país dé un paso “significativo”.

Trump, ¿más retórica de paz que hechos reales?

Pyongyang insiste en que ya ha tomado esas medidas, al llevar más de un año sin probar misiles balísticos ni armas nucleares y haber destruido las entradas a su sitio de ensayos atómicos. Pero al mismo tiempo, Corea del Norte dice que completó el desarrollo de su arsenal y que ya no necesita las instalaciones.

Trump dijo la semana pasada que no tiene un “calendario apremiante” para convencer a Pyongyang de que abandone su arsenal nuclear mientras detenga sus ensayos.

Para Scott Seaman, de Eurasia Group, el presidente estadounidense -quien tras la cumbre de Singapur dijo que ya no había una amenaza nuclear norcoreana- tiene la vista puesta en el Premio Nobel. “Trump probablemente se centrará más en reforzar la narrativa de que ha garantizado la paz que en presionar a Kim por la desnuclearización”.

El tren del líder norcoreano, Kim Jong-un, atravesó hoy la ciudad de Changsha (centro de China) rumbo a Vietnam. El convoy de Kim prosigue su ruta hacia Vietnam con un itinerario de más de 4.000 kilómetros marcado por un fuerte dispositivo de seguridad y rodeado por el más absoluto secreto, algo que caracteriza a los viajes de la cúpula del régimen de Pionyang, obsesionada por la seguridad.

El convoy blindado del mariscal norcoreano, que partió el sábado de Pionyang, pasó este lunes por Changsha, capital de la céntrica provincia china de Hunan, según la agencia surcoreana Yonhap.

Roslan Rahman | Agencia France-Presse
Roslan Rahman | Agencia France-Presse