Las fuerzas especiales bangladesíes ingresaron este domingo en un avión de la compañía nacional Biman Bangladesh que aterrizó en el sureste del país, y abatieron a un hombre armado que habría intentado secuestrar el aparato que tenía como destino Dubái, indicó un responsable militar.

El sospechoso, descrito por las fuentes como un hombre bangladesí de 25 años, recibió disparos de las fuerzas especiales que ingresaron en el aparato luego de que aterrizara en Chittagong (sureste del país).

Los 148 pasajeros y la tripulación del vuelo BG147 fueron evacuados sin daños, indicaron.

Pero el supuesto secuestrador resultó herido y murió poco después de su arresto, indicó el portavoz militar, el mayor general Motiur Rahman, a los periodistas.

“Se trata de un bangladesí. Le encontramos una pistola y nada más”, dijo.

Todos los pasajeros a bordo fueron evacuados luego de que las fuerzas del ejército y la policía establecieran un perímetro de seguridad en el aeropuerto.

El vicemariscal de la Fuerza Aérea, Mofid (que sólo tiene un nombre), dijo que mantuvo ocupado al sospechoso al teléfono mientras que las fuerzas especiales se preparaban para ingresar al aparato.

“Pidió hablar con nuestro primer ministro (Sheij Hasina)”, afirmó Mofid.

“Dijo tener una pistola, pero no se sabe por el momento si era verdadera o falsa”.

El jefe de la Aviación Civil, Nayeem Hasan, dijo antes que el sospechoso aseguró tener una bomba.

“A juzgar por las discusiones y el diálogo que tuvimos con él, parece perturbado psicológicamente”, agregó Hasan luego del arresto del sospechoso.

Otro portavoz militar, Abdulá Ibn Zaid, indicó que el supuesto secuestrador aseguró que tenía un arma y una bomba en su cinturón.

“Las fuerzas especiales del Ejército lideraron la operación y el hombre armado fue neutralizado. La situación en el aeropuerto internacional Shah Amanat (de Chittagong) está bajo el control del ejército bangladesí”, añadió.

Bangladés país de 165 millones de habitantes, en su mayoría de confesión musulmana, enfrenta un estallido de extremismo por parte de islamistas, que asesinaron en los últimos años a ateos y activistas progresistas.