Uno de los abogados especializados en derechos humanos más conocidos en China, Wang Quanzhang, fue condenado este lunes a cuatro años y medio de prisión por “subversión”, en el último ejemplo de represión en la profesión.

Wang, de 42 años, había defendido a militantes políticos, miembros de la secta prohibida Falungong y campesinos desposeídos de sus tierras.

Formaba parte de un grupo de alrededor de 200 defensores de los derechos humanos –incluyendo abogados, juristas y activistas– que fueron detenidos en julio de 2015 en medio de una ola de arrestos. Desde entonces, la gran mayoría fueron liberados. Wang era el único que no fue liberado ni condenado.

Wang fue “hallado culpable de subversión del Estado, condenado a cuatro años y seis meses de prisión y privado de sus derechos políticos durante cinco años”, indicó en un comunicado el Segundo Tribunal Popular Intermedio de Tianjin, en el norte de China.

“No cometió ningún crimen, por ello no debería haber condena”, reaccionó su esposa Li Wenzu en su domicilio de Pekín. “Pienso que los culpables son las autoridades judiciales, no él”, dijo a AFP.

Li dijo estar “muy inquieta” por la salud de su marido y aseguró que apelaría el fallo.

Angela Merkel

El caso de Wang motivó la preocupación de varios países, como Alemania, cuya canciller, Angela Merkel, se reunió con su esposa, Li Wenzu, la pasada primavera boreal durante una visita a Pekín.

Después de detenido en un lugar secreto, el abogado fue acusado formalmente de subversión en enero de 2016, un crimen sancionable con cadena perpetua.

Fue juzgado finalmente en Tianjin el 26 de diciembre, pero a puerta cerrada, pues “el caso conllevaba secretos de Estado”, indicó el tribunal. A su esposa se le impidió abandonar su domicilio de Pekín para asistir al juicio en Tianjin.

Li libró una intensa campaña mediática ante la prensa extranjera en apoyo a su marido y en abril intentó recorrer los 100 km de distancia hasta el centro en el que estaba detenido el abogado, para llamar la atención sobre su caso.

En diciembre, acompañada de tres simpatizantes, se rapó simbólicamente la cabeza antes de intentar recurrir a un tribunal de Pekín para conocer la suerte de su esposo, en vano.

El lunes dijo que volverá a intentar visitarlo la semana que viene en ocasión del Año Nuevo chino.

Organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos condenaron el veredicto anunciado este lunes.

Para Amnistía Internacional, la pena de prisión contra Wang Quanzhang es una “grave injusticia”.

‘Banda criminal’

“Su condena forma parte de la represión que lleva actualmente a cabo el gobierno chino contra los abogados de derechos humanos”, dijo a la AFP Maya Wang, investigadora de Human Rights Watch.

Como Wang Quanzhang ya cumplió más de tres años de detención, debería poder salir de la cárcel “en poco más de un año”, indicó en Twitter Doriane Lau, de Amnistía Internacional.

Otros abogados, juristas o militantes de los derechos humanos que fueron arrestados en 2015 por las autoridades chinas también fueron investigados por subversión.

En diciembre de 2017, un tribunal condenó al disidente chino Wu Gan a ocho años de cárcel, uno de los veredictos más duros pronunciados contra personas detenidas en esa redada.

Wang Quanzhang formaba parte del ya desaparecido bufete de abogados Fengrui, especializado en casos sensibles: derechos de los campesinos, campos de trabajo o disidentes.

La prensa oficial presentó el bufete en 2015 como “una banda criminal” y acusó a su fundador y sus socios de “alterar el orden social”.