Por cientos de años, la tradición chhaupadi, enraizada en la cultura de Nepal, ha causado la muerte de mujeres que son desterradas a la hora de dormir desde sus casas, solo por menstruar.

Generalmente asociado con la mala suerte, este tabú -que es traspasado de generación en generación- obliga a las mujeres a dejar a sus familias por la noche mientras dura su periodo ya que durante este tiempo son consideradas “sucias” y “tóxicas”.

Allí es cuando son ellas mismas las que deben construir chozas de barro, piedra o madera, donde la inhalación de monóxido de carbono, los ataques de animales salvajes o el intenso frío del Himalaya cobran vidas de forma frecuente.

Turmakhand es una de las villas donde esta tradición goza de muy buena aceptación, aunque también posee detractores.

En conversación con The New York Times, el suegro de Gauri Kumari Bayak, una de las últimas víctimas de esta disposición ancestral, lamentó la muerte de la profesora de educación sexual y anticoncepción.

Prakash Mathema | Agence France-Presse
Prakash Mathema | Agence France-Presse

“Todavía no puedo creer que no esté viva”, lamentó Dambar Budha. Bayak fue encontrada muerta en su choza, intoxicada por el humo de la fogata que prendió para poder calefaccionar su precaria vivienda provisoria.

En los poblados de esta remota zona, las mujeres son la mano de obra, especialmente a la hora de acarrear productos y cargamentos.

En muchas, esta acción genera prolapsos, una condición en la cual el útero se desprende, lo que produce que algunas partes de este órgano se asomen por la vagina.

“Todo es parte del sufrimiento y humillación que las mujeres deben soportar por una severa tradición”, dijo al matutino la encargada de un grupo de ayuda a mujeres, Pashupati Kunwar.

“La violencia doméstica todavía es dura, el matrimonio infantil todavía es común. Estamos tratando de convencer a las personas que los tiempos están cambiando, pero la superstición todavía es fuerte”, agregó.

Cambios

De manera inédita, a partir de agosto, las cosas podrían cambiar de manera concreta a raíz de la muerte de una joven de 18 años por la mordedura de una serpiente venenosa.

La medida, que cuenta con el apoyo de actores sociales y del gobierno central, catalogará como delito el forzar a una mujer a aislarse por menstruar, acción que castigará con hasta tres meses de cárcel a quien sea encontrado culpable del futuro ilícito.

Terrazas de arroz en Nepal | Max Pixel
Terrazas de arroz en Nepal | Max Pixel

No obstante, no está del todo claro si la sociedad nepalí acogerá esta iniciativa.

“Estas prácticas se llevan a cabo en el nombre de la protección de la pureza de la comunidad (…). Por eso es tan difícil para que las personas cambien (sus costumbres)”, señaló el antropólogo de la Universidad de Cornell y experto en Nepal, Kathryn March.

Pero algunos, como Dharma Raj Kadayat, son quienes se rebelan ante esta antigua costumbre.

Hace años, en un festival hindú, el actual administrador de un hospital hizo un discurso en contra de esta medida, la cual cree que es “retrasada”.

¿La respuesta de la alocución?: “¿estás borracho?”, le preguntó un hombre.