El veterano opositor malasio Mahathir Mohamad, de 92 años, fue investido este jueves primer ministro tras su inesperada victoria electoral, con lo que pasó a ser el jefe de gobierno de mayor edad en el mundo.

Ataviado con la túnica tradicional de los musulmanes en Malasia, Mahathir prestó juramento en el Palacio Nacional ante el rey.

Mahathir Mohamad, quien fue primer ministro de 1981 a 2003, venció en las legislativas quince años después de haber abandonado el poder.

En la ceremonia en el Palacio nacional, de centenaria tradición malasia musulmana, Mahathir fue investido por el rey Sultan Mohamad V.

Mahathir se posesionó en un decorado recinto ante la presencia de aliados políticos y funcionarios gubernamentales.

“Yo, Mahathir Mohamad, tras ser electo primer ministro, prometo cumplir mi tarea con todas mis capacidades, y que seré leal a Malasia y preservaré y defenderé la constitución”, añadió.

Agence France Presse
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Tras su investidura, estallaron fuegos pirotécnicos en el cielo Kuala Lumpur mientras el pueblo celebraba.

Antes, Mahathir y su esposa Siti Hasmah Mohamad Ali habían ingresado al palacio entre centenares de partidarios que ondeaban banderas y cantaban el himno nacional.

Mohamad Azlan Shah, miembro del partido de Mahathir, presente entre la muchedumbre, dijo estar “muy orgulloso”. “Nuestra batalla para cambiar la política Malasia no se frustró. Creo que Mahathir puede hacer el cambio”, dijo a AFP.

El exmédico dio sus primeros pasos en política en 1964 y dirigió el país del sureste asiático con mano dura durante 22 años.

Regresó a la primera fila de la escena política para intentar expulsar a Najib Razak, antes protegido suyo y sumido en un escándalo de malversación de varios miles de millones de euros en detrimento del fondo soberano 1MDB, creado cuando llegó al poder en 2009 para modernizar el país.

Aunque algunos consideran a Mahathir como el padre fundador de la Malasia moderna y le atribuyen el mérito de haber desarrollado el país, relativamente rico, otros lo acusan de haber encarcelado a opositores y atizar las tensiones étnicas en el país.