¿Xi Jinping presidente vitalicio de China? Unos 3.000 diputados chinos aplaudieron calurosamente este lunes la reforma que ofrece al hombre fuerte de Pekín un mandato ilimitado, con el objetivo de transformar al gigante asiático en superpotencia mundial.

La sesión plenaria anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP), sometida al Partido Comunista Chino (PCCh), se abrió este lunes y durará dos semanas. En ella se reforzarán los poderes de Jinping a niveles nunca vistos desde la época del fundador del régimen, Mao Zedong.

Cómodamente instalado en su asiento en el inmenso Palacio del Pueblo, Xi Jinping escuchó plácidamente los nutridos aplausos de los 2.980 diputados, al leerse el proyecto de enmienda constitucional que abroga el límite de dos mandatos presidenciales. Los parlamentarios confirmarán el domingo esta reforma.

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El primer ministro, Li Keqiang, desveló poco antes un objetivo de crecimiento económico para China de “alrededor 6,5%” para 2018, idéntico al del año pasado.

El presupuesto militar chino, segundo del mundo detrás del de Estados Unidos, aumentará 8,1%; más que el de 217, que fue de un 7%; para modernizar las Fuerzas Armadas.

En esa línea, Keqiang advirtió al Gobierno de la isla de Taiwán que China no toleraría “jamás una tentativa o acción separatista”. Pekín perdió el control total sobre este territorio en 1949.

Greg Baker | Agence France-Presse
Greg Baker | Agence France-Presse

Internet censurado

Pero la perspectiva de una presidencia ilimitada de Jinping, de 64 años, centra la atención. Llegó a la cúpula del Estado en 2013 y podría permanecer en ella tras el final de su segundo mandato en 2023.

“Lo apoyo. Y apoyo la modificación constitucional”, afirmó a la agencia internacional Agence France-Presse (AFP) Zhu Feng, una diputada de Shanghái.

Ello supone alinear, simplemente, el mandato presidencial con sus mandatos de secretario general del Partido Comunista y de presidente de la Comisión Militar, que carecen de límite, dijo el domingo el portavoz de la ANP, Zhang Yesui.

El parlamento, además, adoptará enmiendas que introducen el nombre de Xi Jinping en la Constitución y crean un nuevo órgano anticorrupción nacional.

La perspectiva de un “presidente vitalicio” ha generado en las redes sociales reacciones críticas o incrédulas, que los censores han tratado de acallar, bloqueando palabras como “emperador” o “no estoy de acuerdo”.

Wang Zhao | Agence France-Presse
Wang Zhao | Agence France-Presse

Una superpotencia

Mantener a Jinping en el poder después de 2023 apoyaría su ambición de convertir a China en una gran potencia próspera e influyente, prosiguiendo al mismo tiempo la eliminación de directivos corruptos y de opositores en el seno del PCCh.

Hace cinco años, el mandatario heredó un “verdadero lío” y tuvo que empezar a “eliminar todas las amenazas que pesaban sobre el partido y el Estado. Para acabar la labor, dos mandatos no son suficientes”, explicó a la AFP Hua Po, comentarista político basado en Pekín.

Algunos diputados podrían, sin embargo, expresar su malestar absteniéndose u oponiéndose al nombramiento de aliados de Jinping en algunos cargos.

“No la escuchamos, debido a la censura, pero hay oposición en el seno del régimen”, insistió Willy Lam, politólogo de Hong Kong. “Algunos creen que se está llegando demasiado lejos, que Xi ha dado un golpe contra el Partido”.