El presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió este miércoles a Corea del Norte que “no subestime” la determinación de Estados Unidos y de sus aliados.

“No nos subestimen”, dijo Trump en un discurso pronunciado ante el parlamento de Seúl.

“Todas las naciones responsables deben unir sus fuerzas para aislar al brutal régimen de Corea del Norte”, pidió Trump. “No se puede apoyar, no se puede suministrar, no se puede aceptar”, dijo en referencia a China y a Rusia.

En sus palabras advirtió que no dejará que “las ciudades estadounidenses sean amenazadas con la destrucción”.

“Llegó el tiempo de la fuerza“, dijo el presidente estadounidense.

En su discurso, Trump calificó al régimen de Pyongyang como una “cruel dictadura”, pero ofreció al líder norcoreano Kim Jong-Un “un camino hacia un futuro mejor”.

“Las armas con las que ustedes se están haciendo no les darán más seguridad”, dijo Trump en su discurso. “Están poniendo a su régimen ante un grave peligro”.

“Sin embargo, pese a todos los crímenes cometidos contra Dios y el hombre”, agregó, “nosotros les vamos a ofrecer un camino hacia un futuro mejor”.

Trump le dijo a Kim: “Corea del Norte no es el paraíso con el que soñaba su abuelo. Es un infierno que nadie merece”.

En la mañana, Trump fue obligado a suspender un intento de visita sorpresa a la Zona Desmilitarizada que divide la península de Corea debido al mal tiempo, lo que lo dejó “bastante frustrado”, dijo la Casa Blanca.

El desplazamiento a esta zona es habitual en la agenda de los presidentes estadounidenses que visitan el país, donde los soldados de Seúl y los de Pyongyang se sitúan frente a frente a lo largo de la franja de seguridad marcada por bloques de concreto y casetas azules.

La visita de Trump a Corea del Sur ha estado marcada por el clima de tensión que impera en la península coreana
, debido a la intensificación de los programas militares del régimen de Kim Jong-Un.

Este realizó en septiembre su sexto ensayo nuclear, el más poderoso hasta la fecha, y probó varios misiles capaces de alcanzar el territorio estadounidense.

Pero la crisis también se vio alimentada por las declaraciones y los insultos que se dedicaron Trump y el dirigente norcoreano.