Corea del Norte disparó este domingo un misil balístico que cayó en el Mar de Japón, una provocación según el ministerio surcoreano de Defensa destinada a poner a prueba la respuesta del nuevo presidente norteamericano Donald Trump.

El misil fue lanzado hacia el este en dirección del Mar del Japón a las 07H55 locales (22H55 GMT del sábado) desde la base aérea Banghyon en la provincia de Pyongan del Norte (noroeste), precisó.

Tras una trayectoria de unos 500 kilómetros, el misil cayó en el mar, dijo un portavoz del ministerio, agregando que queda por determinar de qué tipo de misil balístico se trató.

“Parece que el lanzamiento de hoy estaba destinado a llamar la atención a través del desarrollo de las capacidades nucleares y misilísticas” de Corea del Norte, comentó el vocero. “También creemos que se trata de una provocación armada para probar la respuesta del nuevo Gobierno norteamericano bajo la presidencia de Trump“.

El disparo de misil ocurrió mientras Trump se encontraba en su residencia de descanso de Mar-a-Lago, en Florida, junto al primer ministro japonés Shinzo Abe, con quien jugó al golf tras reuniones de trabajo en Washington.

En un breve intercambio con la prensa junto al líder nipón, Trump ignoró una pregunta sobre el misil norcoreano.

“Estamos al tanto de los informes y seguimos de cerca la situación” dijo a la AFP un responsable de la Casa Blanca.

Durante la visita de Abe a Estados Unidos, que según un tuit de Trump dio lugar a una “muy buena conversación”, Washington reafirmó su compromiso a garantizar la seguridad del aliado asiático.

“Vamos a trabajar juntos para promover nuestros intereses comunes, que son numerosos en la región, incluyendo la libertad de navegación y la defensa contra la amenaza nuclear y de misiles de Corea del Norte, siendo ambas una prioridad muy, muy alta”, dijo Trump.

“Eficaz y avasallante”

Washington ha advertido en varias oportunidades que jamás tolerará que Corea del Norte acceda al arma nuclear.

Los analistas divergen acerca de qué tan cerca está Pyongyang de realizar sus aspiraciones nucleares, dado que nunca ha probado con éxito un misil intercontinental.

Sin embargo, todos coinciden en que ha logrado enormes avances en esa dirección desde la llegada al poder de Kim tras la muerte de su padre, Kim Jong-Il, en diciembre de 2011.

La agencia de noticias Yonhap indicó que los militares surcoreanos sospechan que este domingo Corea del Norte probó nuevamente un misil de rango intermedio Musudan.

En octubre pasado, Pyongyang había probado misiles Musudan en dos oportunidades, ambos disparados desde la misma base aérea de Banghyon.

Durante una visita a Seúl a principios de mes, el nuevo secretario de Defensa norteamericano James Mattis advirtió a Pyongyang que todo ataque nuclear recibiría una respuesta “eficaz y avasallante”.

“Cualquier ataque a Estados Unidos o a nuestros aliados será derrotado y cualquier uso de arma nuclear recibirá una respuesta que será eficaz y avasallante”, dijo Mattis.

Kim y su meta nuclear

En 2016 Pyongyang realizó dos disparos de misil en su plan hacia el desarrollo de armas nucleares capaces de alcanzar el territorio norteamericano.

En enero, el líder norcoreano Kim Jong-Un dijo que su país se encuentra “en las últimas etapas” del desarrollo de un misil balístico intercontinental (ICBM), en un aparente desafío a Trump, que replicó de inmediato tuiteando: “eso no va a suceder”.

Un diplomático norcoreano tránsfuga que se exilió recientemente en Corea del Sur aseguró que Kim está intentando avanzar hacia su meta de alcanzar el arma nuclear aprovechando la transición de poder en Corea del Sur -donde la presidenta fue objeto de un procedimiento de destitución- y en la Casa Blanca

Thae Yong-Ho, ex embajador adjunto en Gran Bretaña, aseguró que el líder norcoreano jamás renunciará a su ambición nuclear, cualquiera sea el incentivo financiero que le pongan sobre la mesa.