EL 6 de octubre de 1976, se registró en la Universidad de Thammasat, Tailandia, una de las más grandes matanzas del siglo XX. Un hecho que pasó casi desapercibido en su momento y que hasta hoy ha quedado en la impunidad.

El suceso se produjo cuando miembros de la Policía y el Ejército tailandés, junto a grupos paramilitares de derecha, se movilizaron en favor de la reposición del dictador Thanom Kittikachorn, quien hace tres años había sido exiliado debido a las protestas iniciadas por estudiantes universitarios.

En la ocasión, las autoridades reconocieron que 46 jóvenes murieron producto de los ataques, pero los registros fotográficos y testigos hablan de al menos 100 víctimas fatales.

Pero los jóvenes no fueron asesinados sólo por disparos, algunos fueron torturados, amarrados vivos y luego quemados o ahorcados, incluso muchos universitarios murieron producto de golpizas.

ADVERTENCIA: Algunas imágenes pueden herir la susceptibilidad de algunas personas

Además, muchos cadáveres fueron sometidos a vejaciones públicas, hecho que fue registrado por el fotógrafo de la Associated Press (AP), Neal Ulevich, uno de los pocos que pudo observar lo ocurrido y lo que le valió ganar el premio Pullitzer, consigna Infobae.

La imagen del joven ahorcado en un árbol, mientras es golpeado con sillas aún es objeto de polémica en Taliandia, pues muchas personas ponen en duda que haya sido tomada de la realidad, y afirman que se trata de una película, consigna diario El Mundo de España.

Masacre en Thammasat
Masacre en Thammasat | Agence France-Presse

La masacre se produjo luego de un llamado de los militares que llamaban a luchar contra los “comunistas” que se habían atrincherado en la universidad. El mensaje fue reproducido por 200 radios y recogido por el grupo “Exploradores de Pueblos” o el “Red Gauss”, paramilitares de derecha que también acudieron al campus ubicado en Bangkok.

Los estudiantes quedaron acorralados en Thammasat, donde militares y paramilitares les dispararon y sometieron a torturas, todo bajo la bendición del rey Bhumibol Adulyadej, pues el episodio le permitió consolidar su poder y la política anti-comunista del país, luego de las mismas manifestaciones que los jóvenes habían iniciado en 1973.

“Es muy frustrante que 40 años después, sigan los militares decidiendo nuestras vidas y que sólo los estudiantes se movilicen por la democracia. Pero ahora es peor: en 1976, la gente no sabía y podía ser engañada. Ahora sabe, pero está cómoda en su bando político”, comenta Rangsiman Rome, una joven activista tailandesa al medio hispano.

Y aunque han pasado 40 años desde esta matanza, en Tailandia el hecho todavía es ocultado, incluso los familiares de las víctimas evitan hablar respecto a lo ocurrido.

“Es difícil que se revisen los acontecimientos del 6 de octubre porque es inevitable preguntarse quién lo hizo, y no hay respuestas. No sería un problema para la sociedad encontrar la verdad, pero sí enfrentarse a ella. La impunidad se está convirtiendo en nuestro principal problema”, sentencia Rome.