Los talibanes desarrollaron una fuerte ofensiva en el sur de Afganistán, acercándose a la capital de Helmand, una provincia productora de adormideras, de la que se extrae el opio, donde ya controlan amplias zonas. Dejando por su paso a gran cantidad de heridos y muertos, en un país que ve cada vez más lejos la paz y que lucha por evitar ser gobernado o aniquilado por los rebeldes fundamentalistas.

Hombres y niños se encuentran en la sala de emergencias del hospital de Boost, en Lashkar Gah, Helmand, Afghanistán ©Kadir van Lohuizen/Noor
Hombres y niños se encuentran en la sala de emergencias del hospital de Boost, en Lashkar Gah, Helmand, Afghanistán (Foto: Kadir van Lohuizen/Noor)

Durante las primeras semanas de agosto se presentaron fuertes enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno afgano y las fuerzas opositoras en los distritos que rodean a Lashkar Gah, la capital de la provincia de Helmand, pero la intensidad de los enfrentamientos ha disminuido en los últimos días.

Un nina con desnutrición severa en el centro de nutrición terapéutica en el hospital de Boost, Lashkar Gah, Helmand, Afganistán (Foto: Kadir van Lohuizen/Noor)
Una niña con desnutrición severa en el centro de nutrición terapéutica en el hospital de Boost, Lashkar Gah, Helmand, Afganistán (Foto: Kadir van Lohuizen/Noor)

A pesar de la relativa calma, los enfermos y heridos siguen luchando por llegar hasta la sala de urgencias del Hospital de Boost, una instalación médica de 300 camas gestionada por Médicos Sin Fronteras (MSF) en colaboración con el Ministerio de Salud de Afganistán en Lashkar Gah.

Hidiatullah, de siete meses, en el centro de nutrición terapéutica, está desnutrido. La familia huyó de su casa en Sangara debido a los combates y han tenido que desplazarse varias veces desde entonces. Como las condiciones de Hidiatullah empeoraron, ellos fueron al hospital ©Kadir van Lohuizen/Noor
Hidiatullah, de siete meses, en el centro de nutrición terapéutica, está desnutrido. La familia huyó de su casa en Sangara debido a los combates y han tenido que desplazarse varias veces desde entonces. Como las condiciones de Hidiatullah empeoraron, ellos fueron al hospital (Foto: Kadir van Lohuizen/Noor)

“Nuestros pacientes nos han reportado que las carreteras están bloqueadas y que los rebeldes están retrasando su llegada al hospital,” dijo la coordinadora de país de MSF, Guilhem Molinie. “Como resultado, hemos visto una tendencia de mañanas tranquilas en la sala de urgencia, cuando normalmente esa es la hora en que hay más bullicio; y que más pacientes están llegando durante la tarde, después de enfrentarse a los retrasos para llegar hasta aquí.”

Una niña con desnutrición severa es admitida en el centro de nutrición terapéutica en el hospital de Boost, Lashkar Gah, Helmand, Afganistán. La niña y su familia son del distrito de Marjah, en Helmand, un área que ha sido escenario de combates frecuentes en los últimos meses. La niña y su familia huyeron de su casa y se trasladaron en varias oportunidades durante el último mes en busca de seguridad.
Una niña con desnutrición severa es admitida en el centro de nutrición terapéutica en el hospital de Boost, Lashkar Gah, Helmand, Afganistán. La niña y su familia son del distrito de Marjah, en Helmand, un área que ha sido escenario de combates frecuentes en los últimos meses. La niña y su familia huyeron de su casa y se trasladaron en varias oportunidades durante el último mes en busca de seguridad (Foto: Kadir van Lohuizen)

Sin embargo, el número de pacientes que llega a la sala de urgencias ha disminuido desde la escalada de los enfrentamientos a principios de agosto.

El Dr. Dr Farid examina a un paciente en la sala de emergencia del hospital de Boost, en Lashkar Gah, Helmand, Afganistán (Foto: Kadir van Lohuizen/Noor)
El Dr. Dr Farid examina a un paciente en la sala de emergencia del hospital de Boost, en Lashkar Gah, Helmand, Afganistán (Foto: Kadir van Lohuizen/Noor)

“La sala de urgencias es el principal punto de entrada de los pacientes al hospital, así que las fluctuantes admisiones son un reflejo directo de las idas y venidas del conflicto y la capacidad de las personas para llegar al hospital,” comenta Molinie. “Como este es el único hospital que proporciona atención médica especializada de forma gratuita, muchos pacientes tienen que venir desde muy lejos para acceder a atención vital como lo son las intervenciones quirúrgicas, la atención obstétrica de emergencia y los cuidados prenatales.”

Pacientes heridos en un accidente de autobús reciben tratamiento en la unidad de quemados del hospital de Boost, Lashkar Gah, Helmand, Afganistán. El autobús viajaba desde Kabul a Kandahar ©Kadir van Lohuizen/Noor
Pacientes heridos en un accidente de autobús reciben tratamiento en la unidad de quemados del hospital de Boost, Lashkar Gah, Helmand, Afganistán. El autobús viajaba desde Kabul a Kandahar (Foto: Kadir van Lohuizen/Noor)

En otros departamentos del hospital, como en el Centro de Alimentación Terapéutica y el de Pediatría, los médicos están comenzando a notar que la situación está regresando lentamente al nivel de bullicio habitual.

Nissan, de 14 años, está siendo examinado en la guardia de ortopedia. A la derecha se encuentra el Dr. Mohammadin Narriwal, uno de los cirujanos ©Kadir van Lohuizen/Noor
Nissan, de 14 años, está siendo examinado en la guardia de ortopedia. A la derecha se encuentra el Dr. Mohammadin Narriwal, uno de los cirujanos (Foto: Kadir van Lohuizen/Noor)

MSF comenzó a trabajar en Afganistán en 1980. Apoya al Ministerio de Salud Pública en el hospital de Ahmad Shah Baba, al este de Kabul; al hospital de maternidad Dasht-e-Barchi, en el oeste de Kabul; y al hospital de Boost, en Lashkar Gah, en la provincia de Helmand.

 Un niño se sienta en la sala de ortopedia del hospital de Boost, gestionado por Médicos Sin Fronteras (MSF) junto con el Ministerio de Salud en Lashkar Gah, Helmand, Afganistán ©Kadir van Lohuizen/Noor
Un niño se sienta en la sala de ortopedia del hospital de Boost, gestionado por Médicos Sin Fronteras (MSF) junto con el Ministerio de Salud en Lashkar Gah, Helmand, Afganistán (Foto: Kadir van Lohuizen/Noor)

En Khost, al este del país, la organización gestiona un hospital de maternidad y este año planea abrir una instalación para diagnosticar y atender la tuberculosis multirresistente a medicamentos en Kandahar. Desde MSF explican que dependen sólo de fondos privados para su trabajo en Afganistán y no acepta fondos de ningún gobierno.

Mastana, 65 años, conversa con otras mujeres en la sala de hospitalización femenina en el hospital de Boost. Mastana, es de Lashkar Bazar y fue llevada al hospital debido a su hipertensión ©Kadir van Lohuizen/Noor
Mastana, 65 años, conversa con otras mujeres en la sala de hospitalización femenina en el hospital de Boost. Mastana, es de Lashkar Bazar y fue llevada al hospital debido a su hipertensión (Foto: Kadir van Lohuizen/Noor)