El líder de Corea del Norte Kim Jong-Un ha engordado unos 40 kilos desde su llegada al poder hace cuatro años por comer de forma “compulsiva”, afirmaron este viernes los servicios de inteligencia surcoreanos (NIS).

El joven dirigente sufre también de insomnio y de paranoia con su seguridad personal, agregó la fuente durante una sesión parlamentaria a puerta cerrada.

A su llegada al poder después de la muerte de su padre en 2012, su peso era de unos 90 kilogramos, declaró a los periodistas Lee Cheol-Woo, un diputado de Saenuri, el partido en el poder en Corea del Sur, citando el informe del NIS.

En 2014 subió a 120 kilos y este año a 130, según la misma fuente.

“Sufre de insomnio”, agregó Lee. “Vigila de cerca las amenazas potenciales contra su mandato, incluso las provenientes del ejército, y está obsesionado con su seguridad personal”.

“Dada su forma compulsiva de comer y su afición por la bebida, es muy probable que contraiga enfermedades”, afirmó el diputado.

Kim Jong-Uni aparece a menudo con un cigarrillo en la mano en sus visitas a fábricas, obras y granjas.

Su padre y abuelo, Kim Jong-Il y Kim Il-Sung respectivamente, también padecían sobrepeso y eran fumadores. Ambos fallecieron de ataques cardíacos.

Según el NIS, su tía Kim Kyong-Hui, muy poderosa antaño, continúa viva. Después de la ejecución de su marido, Jang-Song-Taek, desapareció de la esfera pública.

“Se volvió alcohólica después de la ejecución de su marido pero actualmente se encuentra bajo tratamiento en las afueras de Pyongyang”, afirmó el diputado.

El influyente tío de Kim Jong-Un fue ejecutado en diciembre de 2013, acusado de traición y corrupción.