El Congreso peruano lo volvió a hacer. Esta vez el voto de censura fue para el ministro de educación, Carlos Gallardo, lo cual lo deja casi automáticamente fuera del cargo. Entre lo que se le reprocha a Gallardo se incluye la filtración del examen nacional para el nombramiento de profesores, pero también sus supuestos vínculos con grupos radicales como Patria Roja y con la organización terrorista Sendero Luminoso.

El pleno del Congreso del Perú aprobó, con 70 votos a favor, 38 en contra y 7 abstenciones, la moción que plantea censurar al ministro de Educación, Carlos Gallardo, por los nombramientos cuestionados en la cartera que lidera y la filtración de la prueba de nombramiento docente.

Tras unos minutos, la censura al ministro Gallardo fue sometida a una reconsideración, la cual fue rechazada con 36 votos a favor, 71 en contra y 4 abstenciones. Según recordó el medio peruano RPP, el artículo 86 e inciso a) del Reglamento del Congreso, señala que la aprobación de la moción requiere del voto de más de la mitad del número legal de miembros del Parlamento.

La sesión fue conducida por la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, quien anunció que el acuerdo de la Representación Nacional será comunicado al presidente Pedro Castillo para que se cumpla con lo dispuesto en el artículo 132 de la Constitución y el inciso b) del artículo 86 del Reglamento del Parlamento.

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“El Consejo de Ministros o los ministros censurados deben renunciar. El presidente de la República debe aceptar la dimisión dentro de las 72 horas siguientes”, precisa el inciso b) del artículo 86 del Reglamento.

El documento de censura indica que el titular de Educación es cuestionado por su actividad política vinculada a grupos radicales como Patria Roja, además por sus presuntos vínculos con Sendero Luminoso y la presunta filtración de las respuestas del examen de nombramiento docente 2021.

Señala también que en el Ministerio de Educación ha nombrado a amigas de la hija del titular del sector con elevados sueldos, tal es el caso de las señoras Maritza Sánchez Perales, Carolina Lizano Espinoza y Cecilia Estrada Vargas.

Finalmente, señala que las respuestas que diera Gallardo Gómez, durante la interpelación realizada el 7 de diciembre, no satisficieron a la Representación Nacional.

El ministro se niega a renunciar

Carlos Gallardo declaró en la víspera que respetará la decisión del Congreso, aunque insistió en que no tiene por qué renunciar, al rechazar su responsabilidad en la supuesta filtración de un examen nacional a docentes.

“En principio, no tengo por qué renunciar, no creo que sea justo asumir una culpabilidad que no tengo y creo que la decisión que tome mañana el Congreso, sea a favor o en contra, tenemos que respetarla”, declaró Gallardo en conferencia de prensa.

El ministro de Educación se enfrenta al proceso después de que se revelara el contenido de un documento de fiscalía en el que un testigo protegido afirmó que su hija, Ynés Gallardo obtuvo la prueba docente para filtrarla a maestros con el apoyo de la congresista de Perú Libre, Lucinda Vásquez.

“Esto no tiene sustento, la denuncia de la venta de pruebas es tan grave… pero basta el dicho de un testigo, sin un proceso de investigación, y se concluye que el ministro y su hija deben ir presos. ¡Que nos investiguen!”, expresó Gallardo.

El ministro agregó que los procesos de interpelación y censura realizados por el Congreso contra él y otros ministros del presidente Pedro Castillo sólo distraen porque tienen que invertir tiempo y energías en responder los cuestionamientos.

Gallardo añadió que “hay gente que inventa historias y patrañas con mucha creatividad” y que, en este caso, se ha sumado el Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP), con el que se encuentra enfrentado el mandatario, maestro de profesión, y varios de sus colaboradores más cercanos.

“No es un sindicato, es una isla mercenaria, de gente corrompida hasta el tuétano, eso es Patria Roja (como se conoce al Partido Comunista del Perú y de influencia en ese sindicato). Esas siglas del Sutep que nos enorgullecían antes en los años 70, ahora nos avergüenzan”, afirmó Gallardo.