El magnicidio del presidente haitiano Jovenel Moise, quien impulsaba la celebración de un referéndum, ha agravado la crisis política y económica de Haití, obligando a las autoridades a aplazar de nuevo las elecciones en un contexto marcado por actos de violencia como secuestros, guerras de bandas y ataques armados.

Las elecciones presidenciales, legislativas y el referéndum constitucional en Haití, previstos para el 26 de septiembre, fueron pospuestas para el 7 de noviembre próximo, según informaciones oficiales publicadas este miércoles.

Así figura publicado en el calendario que el Consejo Electoral Provisional (CEP) transmitió al nuevo primer ministro haitiano, Ariel Henry, este miércoles en Puerto Príncipe.

Estas elecciones involucran puestos como la Presidencia, los diputados y los senadores. El calendario electoral también fija el 23 de enero de 2022 para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, legislativas, municipales y locales.

Una nación en crisis

Desde julio de 2018, Haití se enfrenta a una crisis política, social y económica sin precedentes, dominada por protestas antigubernamentales a veces violentas.

Durante el mandato de Moise la reforma a la Constitución fue duramente criticada por la oposición, la Iglesia, los empresarios, sindicatos y otros sectores de la sociedad civil.

La ONU, la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y países como Estados Unidos han criticado el proceso de consultas en torno a la nueva Constitución por no ser lo suficientemente inclusivo.

El lunes pasado, el juez Mathieu Chanlatte fue designado para asumir la investigación judicial del asesinato de Moise ocurrido el pasado 7 de julio en su residencia privada de Puerto Príncipe.

Chanlatte es reconocido como un juez experimentado que ha trabajado en varios procesos importantes, incluyendo el caso Dermalog, que involucra a la viuda de Jovenel Moise, Martine, a la que la oposición acusa de otorgar a una compañía internacional alemana la fabricación de las cédulas para los haitianos, proceso que no le concernía.

El magnicidio de Moise fue cometido, según las pesquisas, por un comando de 26 mercenarios que irrumpieron en la residencia presidencial sin hallar resistencia por parte de las fuerzas de seguridad que custodiaban la vivienda del mandatario.

Según los últimos datos ofrecidos por la Policía, 44 personas están detenidas, entre ellas 12 policías, así como 18 colombianos, en su mayoría militares retirados, y seis haitianos, tres de ellos nacionalizados estadounidenses.