El presidente brasileño deberá pagar cien dólares por no usar mascarilla y no mantener distanciamiento físico, normas que rigen en la ciudad de Sao Paulo.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, uno de los líderes mundiales más escépticos frente a la gravedad del coronavirus, desafió una vez más la pandemia e ignorando las prohibiciones locales de aglomeración encabezó en Sao Paulo una multitudinaria caravana de motociclistas.

Bolsonaro participó en la caravana convocada por sus partidarios y grupos evangélicos y sin usar mascarilla lideró el gigantesco desfile de miles de motociclistas que se concentraron en las afueras del sambódromo de Anhembí, en la capital paulista.

“Por la libertad, por la democracia y ¡acelera por Cristo!”, fueron las palabras de orden de salida dadas por Bolsonaro, quien antes de participar de la caravana saludó y se tomó fotos con personas que se aglomeraron en la Avenida Olavo Fontoura, en la zona occidental de la mayor ciudad brasileña.

El mandatario brasileño, quien ha convocado manifestaciones en todo Brasil de cara a las elecciones presidenciales del próximo año, desoyó las advertencias del gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, un rival político, quien había dicho que el presidente sería multado si no respetaba las normas estatales.

Finalmente, el presidente de Brasil fue controlado y multado con cien dólares por infringir las normas vigentes contra la propagación del SARS CoV2 en Sao Paulo. Así lo informaron las autoridades de la ciudad paulista además de indicar que tambi´ne fue amonestado el hijo del presidente, Eduardo Bolsonaro y el ministro de infraestructura, Tarcisio Gomespor no usar mascarilla e infringir las normas de distanciamiento físico.

El presidente critica regularmente las medidas de confinamiento y el uso de mascarillas, y promociona medicamentos como la cloroquina y la hidroxicloroquina a pesar de que los estudios muestran que son ineficaces contra el covid-19.