Venezuela someterá a revisión su relación con la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, luego de un reporte que calificó de “desbalanceado“, que fue presentado por la directora del organismo, Michelle Bachelet.

“El Gobierno someterá a revisión la relación con la Oficina (…) y la próxima renovación” de la carta de compromiso que suscribieron las partes en 2019 y que fue renovada este año, informó la Cancillería venezolana.

Michelle Bachelet dijo que el espacio cívico y democrático se sigue reduciendo en Venezuela y pidió al Gobierno de Nicolás Maduro que revierta esta situación, de cara a las elecciones de gobernadores previstas para este año.

“Es muy preocupante que la alta comisionada ceda ante la presión de actores antivenezolanos y realice afirmaciones sesgadas y alejadas de la verdad”, respondió Venezuela en su comunicado.

En una presentación oral sobre Venezuela ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Bachelet sacó a relucir las represalias que toma el Ejecutivo de Maduro contra aquellos que se atreven a colaborar con organismos internacionales, incluso si se trata de la ONU.

“Al día de hoy, cinco activistas siguen con cargos relacionados con terrorismo y blanqueo de dinero por haber prestado asistencia humanitaria como parte del Plan de Respuesta Humanitaria de Naciones Unidas”, reveló.

Asimismo hay organizaciones no gubernamentales que están bajo investigación por motivos similares.

La alta comisionada aportó datos adicionales sobre las múltiples violaciones que ocurren en Venezuela, entre ellas 66 casos documentados de intimidación, inhabilitación y criminalización de periodistas, medios de comunicación, activistas, trabajadores humanitarios, líderes sindicales y miembros o partidarios de la oposición.

Por otra parte, Bachelet dijo que ha recibido datos que indica que el salario medio en Venezuela estaría por debajo de un dólar al mes, menos de 730 pesos chilenos, mientras que el precio de la canasta de alimentos ha aumentado un 1.800% en el último año.

Consideró que, en este contexto, la asistencia humanitaria es más esencial que nunca y que por ello son preocupantes las restricciones dictadas por el gobierno al trabajo de las ONG, que incluyen la congelación de activos.

Bachelet también pidió nuevamente que se levanten las sanciones económicas internacionales contra Venezuela y que se facilite el acceso de este país a las vacunas contra la covid-19.