Se trata de un hecho que los medios argentinos han calificado de insólito.

La provincia de Junín, en ese vecino país, genera información a diario debido a una buena cantidad de hechos, desde lo delictivo hasta las emergencias menores. No obstante, lo ocurrido en las últimas horas ha generado reacciones a nivel nacional.

Y es que hasta los medios capitalinos están contando la historia de los dos médicos que, previo a una discusión en plena operación, se fueron a los golpes debido a las palabras de uno contra el otro.

“¿Qué, tenés parkinson?”, le habría emplazado el anestesista (cerca de 40 años de edad) al cirujano en formación (residente, de 30 años), desatando la batalla verbal, que se encendió hasta los puños en el vestuario del quirófano del hospital “Dr. Abraham F. Piñeyro”, según el diario La Capital y otros medios que retomaron la historia rápidamente.

Lamentable, como el hecho de la violencia física, fue que la acalorada discusión surgió mientras intervenían a una paciente menor de edad, según la información que se sigue recabando en cuanto al caso. La condición de salud de la menor, afortunadamente, no se vio comprometida por el episodio.

De ejercer en el quirófano, a la cirugía y hospitalización

La pelea a los puños fue grande, a juzgar por los resultados.

La peor parte se la llevó el anestesista que fue el que disparó primero con sus palabras: debió ser sometido a una cirugía. Los golpes que recibió le causaron hemorragias, al punto en que debieron extirparle el bazo.

Como era de esperarse, el caso ha escalado a nivel del ministerio público. El fiscal del caso, Javier Ochoaizpuro, explicó a los medios que el cirujano en formación declaró que el anestesista lo amenazó, lo golpeó y le dañó su teléfono móvil. Sin embargo, al indagar sobre los hechos, estaba claro que el primero había sido víctima de una paliza, a tal punto de la cirugía. Una fractura de costilla fue la que afectó el bazo.

El Capital

No obstante, la parte fiscal asegura que, ante la ausencia de testigos, debido a que a la hora de los golpes solo estaban ellos dos y su ira, se debe actuar con cautela para determinar lo que exactamente ocurrió.

Tipificada como “lesiones graves”, el que sea encontrado culpable, podría enfrentar prisión de un año a seis meses.

“Terminó la operación, salió el anestesista con el residente, fueron a cambiarse y ahí sucedieron los hechos, pero solo ellos saben bien lo que pasó. Cuando el cirujano y el instrumentista ingresaron al vestuario encontraron al anestesista tirado en el piso”, dijo Sebastián Meneses, director del hospital.

Ambos han sido suspendidos de funciones.