El ejército colombiano encontró este martes los cuerpos de nueve de los 11 militares que estaban desaparecidos tras la caída de un helicóptero que apoyaba un operativo contra guerrilleros que se marginaron del proceso de paz, según un vocero oficial.

El aparato tipo Black Hawk, con 17 uniformados dentro, se precipitó a tierra en una zona selvática del sureste del país. Seis fueron rescatados con heridas y “lamentablemente hemos encontrado nueve cuerpos de nuestro personal”, dijo un portavoz de las fuerzas militares en un mensaje a medios.

Las autoridades encontraron el helicóptero en un tramo del río Inírida, en el departamento de Guaviare, donde operan rebeldes de las antiguas FARC que siguieron en armas tras la desmovilización del grueso de combatientes en el marco del acuerdo de paz de 2016.

Según el Ejército, la aeronave participaba en una operación contra las llamadas disidencias de las FARC en un área donde también hay narcocultivos. Más temprano, había sido reportada como desaparecida.

“La comisión de la División de Aviación Asalto Aéreo del Ejército Nacional se encuentra en el lugar iniciando las investigaciones correspondientes con el fin de determinar las circunstancias de tiempo, modo y lugar en las que ocurrieron los hechos”, agregó la institución en el texto.

El máximo comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, viajó hasta una base cercana para dirigir las “maniobras tendientes a recuperar los desaparecidos”.

El gobierno, a través del ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo, se refirió al hecho como un “accidente aéreo”, aunque esa versión no ha sido corroborada por la jefatura militar.

Una disidencia poderosa

Por las riberas del Inírida, en una estratégica zona para el narcotráfico, se mueve la que es considerada la disidencia más poderosa de las disueltas FARC al mando de “Gentil Duarte”.

Con una larga trayectoria en la guerrilla, Duarte alcanzó a sumarse a las negociaciones de paz que condujeron al desarme de la organización.

Sin embargo, finalmente se marginó del acuerdo con el gobierno del expresidente y Premio Nobel de Paz, Juan Manuel Santos (2010-2018), y actualmente está tras la reunificación de los grupos que optaron por no firmar el pacto que terminó con un levantamiento armado de casi seis décadas.

Inteligencia militar calcula que las disidencias cuentan con por lo menos 2.300 integrantes que sobreviven en la guerra gracias al narcotráfico y la minería ilegal.

El acuerdo de paz permitió el desarme de unos 7.000 hombres y mujeres de los casi 13.000 que acreditó el hoy partido de izquierda Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).

El movimiento ha denunciado el asesinato de 219 de sus excombatientes desde la suscripción de los convenios.

De acuerdo con la fiscalía, detrás de los crímenes están tanto las disidencias de la guerrilla marxista como el también insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN) y grupos ligados al narcotráfico.

Colombia es el mayor productor y exportador de cocaína que se vende en Estados Unidos y Europa.