La tormenta tropical Amanda dejó 22 fallecidos a su paso por El Salvador, Guatemala y Honduras el pasado fin de semana, según los últimos balances comunicados este martes por esos países, que siguen en alerta ante las lluvias provocadas por la tormenta tropical Cristóbal, en el Golfo de México.

En El Salvador, el país más impactado, la cifra de fallecidos pasó de 15 a 16, y las autoridades instaron a la población a mantenerse en sus viviendas para evitar percances en carreteras anegadas y expuestas a deslizamientos de tierra.

“Tenemos 16 muertos (…) uno de los siete desaparecidos que teníamos fue localizado (con vida) y fue llevado a su casa”, declaró en rueda de prensa la jefe del gabinete de ministros de El Salvador, Carolina Recinos.

Amanda dejó carreteras anegadas y con derrumbes, viviendas destruidas e inundadas, y cortes de electricidad y de agua potable en los tres países.

En El Salvador casi 7.000 personas encontraron refugio en 132 albergues habilitados por las autoridades. El gobierno pidió a esos habitantes que permanecieran allí, ya que se prevé que las lluvias se intensifiquen el fin de semana.

Recinos precisó que 2.000 viviendas resultaron “completamente destrozadas”, e indicó que hubo 120 inundaciones y 164 derrumbes en carreteras y otros puntos.

En Honduras, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), indicó que cuatro personas han fallecido por las lluvias, que también provocaron derrumbes e inundaciones en varias partes del país.

En Guatemala, la Coordinadora para la Reducción de Desastres, mantenía la cifra de víctimas en dos muertos y dos heridos por las fuertes lluvias.

Las autoridades guatemaltecas reportaron 500 viviendas con daños de diferente gravedad.

La alerta en el norte de Centroamérica se mantiene después de que se formara en el Golfo de México la tormenta tropical Cristóbal, el tercer ciclón con nombre de la temporada de huracanes del Atlántico, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.

Con cerca de 50 millones de habitantes en una extensión territorial de 533.000 km2, el istmo centroamericano es considerado como una zona de “multiamenazas”, por estar expuesta a huracanes y a una alta sismicidad.