Pedro Olmos, un hombre de 68 años acusado de la eventual violación de una menor de 13 años, recibió el beneficio de arresto domiciliario por la pandemia de coronavirus y fue uno de los casos que más repudio generó en Argentina porque, debido a ello, se instaló al lado de la casa de la víctima.

Por ello, el acusado volvió a prisión, pero de manera preventiva y por su “propia seguridad” luego que los vecinos rechazaran su presencia en el barrio y amenazaran con prenderle fuego la casa.

Olmos fue alojado en una comisaría de Malvinas Argentinas, en el municipio de Almirante Brown, según indicaron fuentes del caso.

“Está detenido por su propia protección, no para resguardar a la víctima”, aclaró a nuestro medio asociado Perfil Gastón Santilli, abogado de la niña de 13 años que denunció haber sido violentada por Olmos en un cumpleaños.

“Esto no significa aún que se haya revocado su domiciliaria. Olmos pidió volver a la comisaría porque hubo incidentes con los vecinos”, confirmó el defensor.

Debido a toda la polémica, el hombre entregó el domicilio de otro familiar en La Plata para trasladarse hasta allí.

Así, un juez de Garantía de Lomas tiene que definir si da lugar al pedido y cambia de domicilio “o le revoca la domiciliaria como pretendemos nosotros”, agregó.

El caso de Olmos fue uno de los primeros que se hizo público y generó el repudio de la sociedad trasandina, lo que originó, también, que comenzara una campaña de familiares de víctimas para que no liberen a los presos por el coronavirus.

Lo anterior, luego que el juez de la Cámara de Casación bonaerense Víctor Violini firmara un habeas corpus colectivo (que el martes quedó suspendido provisoriamente luego que la Corte Suprema diera lugar a un recurso de queja) que permitía la excarcelación de presos “de delitos leves” y que formaran parte de la población carcelaria de riesgo.

Fue el propio juez Violini el que le brindó el beneficio Olmos, pero antes de firmar ese habeas corpus colectivo, según explicó el abogado Santilli.

El 4 de abril el acusado de abuso sexual recibió el beneficio de arresto domiciliario y abandonó la alcaidía de Lomas de Zamora donde cumplía la prisión preventiva.

Según explicó el propio Violini, su decisión se basó en que era mayor de 65 años, padece hipertensión y osteoporosis. Además explicó que Olmos está “postrado en una cama”.

“En el video que filmaron los vecinos cuando los policías se llevaron a Olmos se le ve caminando y sin ningún soporte como para ayudarse”, sostuvo Santilli para rechazar uno de los argumentos del juez que permitió su excarcelación.

“Nosotros no tenemos constancia de ninguna enfermedad. Osteoporosis tenemos todos en distintos grados e hipertensión es típico de su edad”, espetó.

Con todo, Olmos abandonó el domicilio en el barrio de Burzaco en donde el año pasado se habría producido el abuso y donde, hasta hace pocos días, convivían a metros de distancia la víctima y el victimario.

“El familiar responsable pidió que se lo lleven por los incidentes con los vecinos. Llegó un patrullero y lo alojaron en una comisaría”, contó el letrado.

Los vecinos rechazaban la presencia del presunto abusador en el barrio y habían amenazado con prenderle fuego la casa. “Para la familia de la menor todo esto es un caos”, dijo Santilli.

El propio intendente municipal informó sobre la situación de Olmos y pidió que “se revierta la situación judicial de otorgarle la excarcelación”.