Un feminicidio ha conmocionado a Argentina, luego que el martes fuese hallado semienterrado el cuerpo de Camila Tarocco de 26 años, una joven que estaba desaparecida desde hace 10 días en Buenos Aires y por cuyo caso se detuvo a su expareja.

Se trata de Ariel González (33), quien era expareja de Camila y la última persona que estuvo en contacto con ella antes de desaparecer, por lo que se convirtió en el principal sospechoso de la desaparición y ahora homicidio de la joven con quien tenía dos hijos, uno de 3 y otro de 5.

Según las primeras versiones, González se juntó con Camila la tarde del sábado 4 de abril y luego la fue a dejar en motocicleta cerca de un banco, donde la mujer cobraría bonos por los dos hijos que tenían en común.

Pero la mujer no retiró el dinero, ni tampoco fue registrada por las cámaras de seguridad del banco donde debía acudir, consigna el portal Infobae. Su última conexión en WhatsApp fue a las 21:30 del viernes y a las horas su madre denunció la desaparición ante la policía.

Desde la desaparición de la mujer y hasta su detención, González colgaba mensajes en su cuenta de Facebook pidiendo ayuda sobre el paradero de Tarocco.

Más allá de la preocupación que demostraba en redes sociales, el hombre igualmente fue apuntado como principal sospechoso y detenido la semana pasada por orden de la fiscal a cargo del caso, Luisa Pontecorvo por el delito de falso testimonio.

“Estamos viendo si la ubican” o “La madre dice que la vieron por el Cruce Castelar”, publicaba en su cuenta de Facebook, publicó el portal Perfil de Argentina.

Además, otro antecedente que pesa en la causa es que González nunca se debió haber juntado con Tarocco, pues debía cumplir un arresto domiciliario por una denuncia de violencia intrafamiliar.

Con la aparición del cuerpo de la joven enterrado a dos cuadras de su casa, se espera que sea investigado por el feminicidio de Tarocco.

Tras el hallazgo del cuerpo, los mensajes que antes eran de apoyo en el Facebook de González, cambiaron a “asesino”, “mataste a la madre de tus propios hijos”, “no tenés perdón de Dios”, “te vas a ir al infierno” o “justicia por Camila”.