La cifra de contagiados con el nuevo coronavirus en Ecuador subió a seis este domingo, luego de que se confirmaran los contagios de cinco personas del núcleo familiar de una mujer que llegó de España y cuyo caso fue reportado el sábado como el primero en el país.

La ministra de Salud, Catalina Andramuño, informó el domingo en rueda de prensa que los cinco nuevos casos de COVID-19 se detectaron en Guayaquil, dentro del entorno “más cercano al caso índice, al caso primario, a la señora positiva”.

Sin embargo, la presencia del virus en el país inquieta a ecuatorianos que toman medidas preventivas con la compra de mascarillas y alcohol antiséptico.

El primer caso, según se había informado el sábado, es el de una ecuatoriana de 71 años que vive en el municipio español de Torrejón de Ardoz (comunidad de Madrid) y que llegó al puerto de Guayaquil (suroeste), haciendo escala en el aeropuerto que sirve a Quito (en las afueras de la capital), sin mostrar síntomas.

La mujer fue diagnosticada con el nuevo coronavirus y permanece en un hospital guayaquileño. Continúa en “cuidados intensivos y su pronóstico sigue siendo reservado”, señaló la cartera de Salud en un comunicado.

En tanto, Andramuño informó que los cinco nuevos casos “se encuentran con sintomatología leve”. “Los estamos vigilando”, agregó.

Cuarentena, en casa

Franklin Bajaña, subsecretario nacional de Vigilancia Epidemiológica, manifestó en la conferencia de prensa conjunta con Andramuño que “todos (los nuevos casos) están en su domicilio porque presentan síntomas leves, están en cuarentena”.

Los cinco nuevos contagiados se encuentran aislados en sus viviendas en Guayaquil y en la localidad cercana de Babahoyo, según Bajaña.

Tras el primer caso de COVID-19 en Ecuador, la vigilancia epidemiológica se amplió de 149 a 177 personas que mantuvieron contacto con la mujer que está hospitalizada.

La epidemia deja más de 3.000 muertos y más de 87.500 casos en más de 60 de países. En China, donde se originó, se registran unos 80.000 contagios y alrededor de 2.870 fallecidos.

Entretanto, la población continuaba alarmada por la presencia del nuevo coronavirus en Ecuador, la tercera nación latinoamericana afectada por la enfermedad.

Para prevenir contagios, los pobladores, sobre todo del puerto de Guayaquil y de Babahoyo -en el suroeste ecuatoriano y donde las autoridades suspendieron actos masivos- buscaban todavía mascarillas y alcohol antiséptico, productos que escaseaban.

Mascarillas preventivas

En el aeropuerto que sirve a Quito, en la población de Tababela, algunos pasajeros que arribaron desde el extranjero pasaron los filtros de control con mascarillas colocadas por propia iniciativa.

Personal sanitario tomaba la temperatura con termómetros infrarrojos y suministraba alcohol a los viajeros para que desinfecten sus manos antes de pasar al área de Migración, donde los funcionarios también estaban provistos de mascarillas, observó la AFP.

“Estos controles son importantes para evitar que la enfermedad se propague”, dijo a la AFP la ecuatoriana Samantha Gamines, quien llegó en un vuelo procedente de Panamá y donde por redes sociales se informó de la presencia del nuevo coronavirus en su país.

“Fue una impresión muy grande porque no pensábamos que íbamos a estar afectados por esa enfermedad”, añadió.

La terminal aérea operaba con normalidad. “No hay vuelos cancelados o retrasados por esta causa (COVID-19)”, expresó a la prensa Luis Galárraga, portavoz de la Corporación Quiport, administradora del aeropuerto.

Ecuador amplió los controles epidemiológicos a los pasajeros que arriban de España y México luego de tomar el miércoles la medida para los que vienen desde China, Italia, Irán y Corea del Sur, entre los más afectados por el virus.