Un encuentro de dirigentes opositores a Evo Morales liderado por cinco candidatos a la presidencia de Bolivia, concluyó este sábado sin estructurar un frente común para las elecciones de mayo, al que aspiraban con el fin de evitar la vuelta al poder del partido del expresidente.

Tras más de seis horas, el encuentro convocado por el poderoso Comité Cívico Pro Santa Cruz (Ccpsc), y en el que participaron entre otros la presidenta transitoria de Bolivia, Jeanine Áñez (derecha), finalizó con diferencias entre los candidatos de distintas fuerzas, y sin un acuerdo para formar un bloque único.

Sin embargo, se reunirán el 3 de abril un mes antes de las elecciones generales, para evaluar la situación.

También estuvieron en el encuentro los expresidentes Carlos Mesa (centro) y Jorge ‘Tuto’ Quiroga (derecha); el líder regional de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho (derecha radical); y el pastor evangélico de origen coreano Chi Hyun Chung (ultraconservador).

Además, asistieron otros líderes conservadores y exdirigentes contrarios al Movimiento Al Socialismo (MAS) de Morales.

El presidente del Ccpsc, Rómulo Calvo, dijo en rueda de prensa al finalizar el encuentro que los cinco candidatos se comprometen “a asegurar que la tiranía (de Evo Morales) no volverá a gobernar en Bolivia”, aunque no especificó qué estrategia seguirán para enfrentar al partido del exmandatario, que encabeza los sondeos.

Además, agregó Calvo, los candidatos se comprometieron a “llevar adelante un consenso parlamentario que garantice la gestión gubernamental pacífica” del próximo gobierno resultantes de los comicios del 3 de mayo, o una segunda vuelta el 14 de junio.

Calvo explicó que la reunión programada para abril fue fijada “para tomar una decisión definitiva de los actores políticos que no tengan opción electoral” y provoquen la dispersión del voto opositor a Morales.

La intención del Ccpsc y otras organizaciones de derecha era definir una fórmula única para derrotar a Luis Arce, aspirante del partido del expresidente, que lidera la intención de voto.

Pero la reunión evidenció claras diferencias. Varios de los oradores, entre ellos Camacho, volvieron a criticar la decisión de la presidenta interina Áñez de presentar su candidatura, por considerar que el mandato que recibió en noviembre tras la renuncia de Evo Morales debía limitarse a convocar y garantizar la transparencia en las elecciones de mayo.

Áñez retrucó que su alianza con Doria Medina demuestra que “la unidad es posible”. “No será la unidad que quisiéramos todos, pero sí la unidad posible”, dijo.

Un reciente sondeo de la firma Mercados y Muestras ubicaba primero al heredero político de Morales, Luis Arce, con 26%, seguido por Mesa y Camacho, ambos con 17%. Áñez recogía el 12% de la intención de voto.

Morales, actualmente refugiado en Argentina, adonde se trasladó después de permanecer un mes en México luego de salir del país tras su renuncia en noviembre, está impedido de postularse en los comicios de mayo.

Sin embargo, manifestó su interés en disputar un escaño del Congreso bicameral, que también será renovado en las próximas elecciones.