Cuba rechazó el sábado “los pretextos” de Bolivia para suspender las relaciones diplomáticas con la isla y dijo que esa decisión responde a las “presiones” de Estados Unidos.

“Cuba rechaza categóricamente las infundadas acusaciones” y “pretextos de autoridades golpistas de Bolivia para suspender relaciones diplomáticas”, señaló una declaración de su Ministerio de Relaciones Exteriores.

El texto denunció que “desde su irrupción violenta en el poder, el 12 de noviembre”, el “gobierno de facto” boliviano desplegó “una feroz campaña de mentiras y tergiversaciones contra Cuba, en particular contra la cooperación médica cubana” en ese país, con el objetivo de “deteriorar y entorpecer las relaciones bilaterales”.

Asimismo, “desde el mismo inicio del golpe, funcionarios del gobierno norteamericano aplicaron presiones en Bolivia para imponer el deterioro de las relaciones con Cuba, perseguir a los médicos cubanos, acosar a los diplomáticos y abortar la cooperación médica”, añadió la cancillería cubana.

De hecho, remarcó, “el día del anuncio (de la suspensión de las relaciones diplomáticas) que complace a Washington, la canciller actuante (boliviana, Karen Longaric) se encontraba precisamente en las oficinas del Departamento de Estado”.

“Nada de lo anterior es ajeno a la presión del gobierno de los Estados Unidos (…) ni al recrudecimiento del bloqueo y la hostilidad contra Cuba”, apuntó.

Al suspender el viernes las relaciones, el ministro boliviano de la Presidencia, Yerko Núñez, explicó que respondía a “inadmisibles expresiones” del canciller cubano, Bruno Rodríguez, quien tachó el miércoles de “golpista autoproclamada” a la presidenta derechista, Jeanine Áñez, así como a “la permanente hostilidad y constantes agravios de Cuba contra el Gobierno Constitucional boliviano y su proceso democrático”.

La cancillería cubana subrayó que “las autoridades golpistas bolivianas no deberían hacer recaer sobre Cuba la responsabilidad por su decisión de suspender las relaciones diplomáticas entre ambos países”, pues “la hostilidad y las ofensas no han emanado de nuestro gobierno ni de nuestro pueblo”.

“Cuba ha actuado con paciencia y prudencia, en defensa y protección de sus nacionales y ha evitado la confrontación a pesar de la actuación reprochable de los golpistas”, concluyó.