La presidenta transitoria de Bolivia, Jeanine Áñez, calificó este jueves de “acto criminal” el que considera un fraude orquestado por el gobierno de Evo Morales en las anuladas elecciones de octubre, en las que una auditoría de la OEA encontró una “manipulación dolosa”.

Áñez, quien asumió provisionalmente el 12 de noviembre con la misión de organizar nuevos comicios tras la renuncia de Morales, dijo que tras el informe de la OEA se evidencia que “el gobierno de Evo Morales no tuvo escrúpulos para burlarse de los bolivianos”.

En tanto, el fiscal asignado al caso, Ronald Chávez, dijo en una rueda de prensa en La Paz que el informe difundido el miércoles será tomado en cuenta para “sancionar a los responsables del fraude”, en el proceso judicial iniciado por el ministerio público.

En la posesión pública de su delegado ante el tribunal electoral de Santa Cruz (este) la mandataria responsabilizó al expresidente Morales, asilado en México. “Ni la historia de nuestra amada Bolivia, ni la justicia, ni Dios podrán dejar de sancionar este acto criminal”, gestado desde “la propia presidencia” para extender un “modelo de poder corrupto, ilegal y violento”.

“Los hallazgos encontrados por la OEA son pavorosos”, señaló. “No me queda duda alguna que el gobierno anterior ha orquestado un crimen de dimensiones escandalosas”, añadió.

El informe final del equipo auditor de la OEA describió una “manipulación dolosa” del proceso electoral de octubre tras las denuncias de irregularidades que originaron protestas y violencia que derivaron en la renuncia de Morales el 10 de noviembre, luego de perder el apoyo de militares y policías.

“Ese informe, que es muy exhaustivo, describe con precisión la forma en que el gobierno del MAS fue tejiendo una red de corrupción asentada en los poderes del Estado para montar un fraude monumental”, insistió Áñez.

El equipo de auditores de la OEA estableció además la alteración de actas y el redireccionamiento del flujo de los datos del proceso a dos servidores ocultos, sin control del personal de Tribunal Supremo Electoral (TSE), para favorecer a Morales, que postulaba a un cuarto mandato.