El principal opositor boliviano, Carlos Mesa, responsabilizó este lunes al gobierno por el clima de violencia desatado en el país tras la polémica reelección del presidente Evo Morales, y consideró un invento la denuncia sobre un supuesto golpe de Estado en su contra.

“La responsabilidad total de las acciones de violencia es del gobierno que ha instruido a militantes del MAS (partido de Morales) a generar confrontaciones y violencia para buscar resultados que nadie desea en este momento”, escribió en una publicación en su página de Facebook.

La declaración de Mesa, quien según los cómputos oficiales fue derrotado en primera vuelta con el 36,51% de los votos frente al 47,08% de Morales
, surgió después de que el mandatario izquierdista denunciara que se está organizando un golpe de estado para esta semana.

Bolivia inició este lunes su segunda semana de convulsión social, con bloqueos y huelgas en todo el país en rechazo a la continuidad de Morales -en el poder desde 2006- por cinco años más. En La Paz y Cochabamba se registraron choques callejeros entre vecinos opositores y oficialistas.

Mesa aseguró en su declaración que “hay gente masista (del MAS) que está planteando la provocación, porque hay una estrategia del gobierno para establecer hechos de violencia”, con el propósito de responsabilizar a la oposición y a él en particular.

“La estrategia del MAS está aquí claramente: tratando de responsabilizarme de supuestos actos de violencia, tratarme de responsabilizarme de un inventado golpe de estado”,
señaló.

Casi en paralelo a la publicación del mensaje en la red social, el vicepresidente Álvaro García acusó a Mesa en una conferencia de prensa por los hechos de violencia que se están produciendo “por decisión de un solo hombre, angurriento (de poder), mentiroso y falaz”.

“Él es el responsable, él es el culpable”, insistió.

El Tribunal Electoral (TSE) boliviano anunció el viernes el triunfo de Morales en primera vuelta, en medio de un cuestionado proceso de cómputo de votos, mientras la OEA y la Unión Europea pidieron un balotaje.