Las Naciones Unidas y la Iglesia Católica se ofrecieron para mediar en una crisis social en Ecuador, desatada por un alza del precio de combustibles, informó el martes la ministra de Gobierno (Interior), María Paula Romo.

“Estamos en ese marco aceptando la mediación de Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal (Ecuatoriana), que están trabajando ya en este momento en esos acercamientos” con dirigentes de los manifestantes, agregó la funcionaria.

El gobierno de Lenín Moreno enfrenta desde hace una semana disturbios que derivarán en una gran movilización este miércoles en Quito con la participación de miles de indígenas, campesinos, trabajadores y estudiantes, luego de eliminar subsidios que aumentaron en hasta 123% el precio de los combustibles más utilizados.

El mandatario ha decretado el estado de excepción para que las Fuerzas Armadas asuman en las calles el rol de restablecer el orden, trasladó la sede del gobierno de Quito al puerto de Guayaquil (suroeste) y restringió derechos como el tránsito nocturno alrededor de las sedes públicas.

Las protestas acechan en la capital las sedes de la Asamblea Nacional y del Ejecutivo. El gobierno se muestra abierto al diálogo mientras que la dirigencia de los indígenas aceptaría hacerlo sólo tras la movilización del miércoles.

“Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal han trabajado todo el día para lograr unos primeros acercamientos de las posturas del gobierno y de las organizaciones indígenas”, manifestó Romo en rueda de prensa.

“Estamos comprometidos con un proceso de diálogo con aquellos con quienes existen diferencias de criterio, diferencias políticas, haciendo siempre un llamado a ser respetuosos de la paz”, añadió.