La Fuerza Armada venezolana acusó este martes de “mercenarios” a los opositores que promovieron la invocación de un tratado de defensa en la OEA que -según Caracas- podría derivar en una intervención militar en el país petrolero.

“Resulta muy triste y lamentable que sectores de la oposición política venezolana, actuando como mercenarios, apoyen abiertamente este tipo de medidas”, señaló un comunicado leído por el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, junto a la cúpula militar.

Los militares son considerados el principal sostén del presidente Nicolás Maduro, durante cuyo gobierno el país con las mayores reservas petroleras cayó en una profunda crisis política y económica.

La aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) es una “provocación irracional mediante la cual se pretende legalizar una intervención militar para derrocar al gobierno legítimo” de Maduro, añadió la declaración.

El pasado jueves, en el marco de la Organización de Estados Americanos (OEA), Estados Unidos y una decena de países invocaron el TIAR elevando su presión para que Maduro, a quien tildan de “dictador”, abandone el poder.

Washington argumentó que el acuerdo es necesario ante ejercicios militares del gobierno venezolano en la frontera con Colombia, y dijo que su invocación fue solicitada por el opositor Juan Guaidó, a quien reconoce como presidente encargado de Venezuela junto con medio centenar de países.

En tanto, el alto mando militar venezolano señala que un eventual uso de la fuerza para desalojar a Maduro “tendría nefastas consecuencias en toda Suramérica”, y justificó en tales “amenazas” el despliegue de un sistema de misiles en la zona limítrofe.

Una sesión del Consejo Permanente de la OEA convocó a los cancilleres de los 19 países signatarios del TIAR a reunirse la segunda quincena de septiembre para tratar el “impacto desestabilizador” de Venezuela en la región, una cita que según el acuerdo podría resultar en medidas que van desde la ruptura de relaciones hasta el empleo de la fuerza armada.

Caracas abandonó el TIAR en 2013.

El tratado establece que un ataque armado contra un Estado americano por parte de otro país será considerado una agresión a todos sus miembros, que se comprometen a enfrentarlo conjuntamente.

También indica que el uso de la fuerza podrá ejercerse cuando en un país se presente una situación que “amenace la paz del continente”.