El presidente brasileño Jair Bolsonaro, que convalece de una cirugía, no podrá retomar sus funciones antes del miércoles de la semana próxima, cuatro días después de lo previsto, informó este jueves su portavoz.

Otavio Rego Barros, su portavoz, había anunciado por la mañana que Bolsonaro reasumirá “a partir de mañana (viernes) la presidencia de la República”.

Pero un comunicado de su oficina indicó por la tarde que el equipo médico “decidió mantenerlo apartado del ejercicio de sus funciones (…) por otros cuatro días, a contar desde el 13 de septiembre, a fin de proporcionarle más tiempo de descanso”.

El comunicado asegura que el estado de Bolsonaro “evoluciona positivamente” en el hospital Vila Nova Star de Sao Paulo, donde fue operado el domingo de una hernia abdominal.

Esa fue la cuarta intervención a la que fue sometido desde la puñalada que le perforó los intestinos en un mitín electoral el 6 de septiembre de 2018.

El martes, se le diagnosticó una “distensión abdominal” que obligó a alimentarlo desde entonces por medio de una sonda nasogástrica.

A pesar de estar hospitalizado, Bolsonaro realizó su tradicional transmisión en vivo por las redes sociales de cada jueves. “Este live no puede durar más de dos minutos por determinación médica”, dijo el presidente.

Bolsonaro, vestido con ropa de hospital, estaba conectado a su sonda de alimentación nasogástrica y sentado frente a una mesa en la que mantenía unos papeles, sus lentes y una gorra verde con la leyenda “Make Brazil great again” (Hacer a Brasil grande de nuevo), imitando el eslogan de su homológo estadounidense Donald Trump, por quien expresa continuamente su admiración.

La breve transmisión fue vista en vivo por unos 13 mil espectadores a través del Facebook del presidente.

Las funciones de jefe del Ejecutivo son ejercidas entre tanto por el vicepresidente, el general Hamilton Mourao.

Bolsonaro tiene previsto asistir dentro de menos de dos semanas a la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde Brasil realiza tradicionalmente el primer discurso, previsto esta vez para el 24 de septiembre. Días antes de su hospitalización, declaró que iría a Nueva York “aunque sea en silla de ruedas”, para exponer la posición de Brasil en la crisis ambiental y diplomática generada por la proliferación de incendios en la selva amazónica.