Ocho delincuentes presuntamente pertenecientes a un grupo criminal que opera en el convulso estado mexicano de Tamaulipas (noreste), fronterizo con Estados Unidos, fueron abatidos la tarde de este jueves por policías.

El incidente ocurrió cuando los agentes realizaban un recorrido de vigilancia en el barrio Valles de Anáhuac de la fronteriza ciudad de Nuevo Laredo.

Los policías “detectaron la camioneta color negra, sin placas, desde la cual les empezaron a hacer detonaciones, por lo que inició una persecución”, detalló la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas en un comunicado.

Los agresores llegaron hasta una vivienda desde donde siguieron disparando contra los policías.

Algunos de los atacantes vestían uniformes de tipo militar con insignias que los identificaban como miembros del llamado Cártel del Noreste, que opera en Nuevo Laredo, así como equipo táctico y pasamontañas, añadió la autoridad.

“Eran civiles fuertemente armados”, dijo a la AFP una fuente del gobierno que pidió mantener su identidad en reserva.

La policía recuperó 15 armas y una camioneta de blindaje artesanal, así como gran cantidad de puntas metálicas que se utilizan para pinchar llantas, detallaron en el escrito.

La presencia del vehículo había sido reportada desde el miércoles según indicó otra fuente cercana al gobierno. “Se les había visto lanzando ‘ponchallantas’ para detener la circulación de las unidades de seguridad”, agregó.

Elementos de seguridad pública denunciaron el lunes que gasolineras de Nuevo Laredo no quisieron surtir combustible a vehículos del Ejército ni de la policía estatal tras ser amenazados por grupos criminales que pretendían evitar la presencia de patrullas en las calles.

La oficina de la fiscalía general mexicana en Tamaulipas informó este jueves en un comunicado que inició una investigación contra quienes “sin causa legítima” se rehusaron a prestar servicios y desobedecieron el mandato de las autoridades, un delito contemplado en el código penal federal.

Tamaulipas es uno de los estados mexicanos más afectados por la violencia derivada del narcotráfico y también es una de las rutas para el tráfico de drogas a Estados Unidos.