El gobierno venezolano aseguró este viernes que realiza “consultas” con los países que acompañaron las negociaciones de paz en Colombia, luego de que excomandantes de la guerrilla de las FARC anunciaran su rearme.

“Venezuela está en consultas con el resto de los países acompañantes y garantes del proceso de paz para trazar estrategias inmediatas que permitan el restablecimiento de los contactos entre las partes”, indicó un comunicado leído por el canciller, Jorge Arreaza.

Venezuela y Chile actuaron como facilitadores de los acuerdos de paz suscritos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2016, mientras Cuba y Noruega fueron garantes.

El gobierno de Nicolás Maduro acusó al presidente colombiano, Iván Duque, de ejecutar un “planificado desmontaje” del proceso de paz y de incumplir los compromisos asumidos en la mesa de La Habana.

“Resulta insólito que Iván Duque, con absoluta desfachatez, en un acto deleznable, pretenda desplazar hacia terceros países y terceras personas su exclusiva responsabilidad”, subrayó la declaración.

El jueves, Duque acusó a Maduro, a quien desconoce como presidente, de albergar al grupo disidente liderado por Iván Márquez, exnúmero dos de las FARC.

“No estamos ante el nacimiento de una nueva guerrilla, sino frente a las amenazas criminales de una banda de narcoterroristas que cuenta con el albergue y el apoyo de la dictadura de Nicolás Maduro”, aseguró Duque.

Al respaldar esa denuncia, el líder opositor Juan Guaidó -reconocido como presidente encargado por medio centenar de países, entre ellos Colombia- repudió este viernes en un comunicado que Maduro convierta a Venezuela “en un santuario de grupos armados irregulares y de redes del crimen organizado trasnacional”.

El gobierno de Maduro expresó por su parte “profunda preocupación” ante lo que vislumbra como una “inminente reactivación del conflicto armado” entre el gobierno colombiano y un grupo de las FARC.

Las señalamientos contra Maduro también vinieron de parte de Elliott Abrams, representante especial de Estados Unidos para la crisis venezolana, quien sostuvo el jueves que guerrilleros del ELN y disidentes de las FARC operan en Venezuela con su complacencia.

Washington y Bogotá lideran la presión internacional para sacar a Maduro del poder y que en su reemplazo asuma Guaidó.

Márquez anunció en un video difundido el jueves que retomó las armas junto con otros jefes rebeldes apartados del pacto, entre ellos Jesús Santrich.

Maduro, quien rompió relaciones con Colombia en febrero pasado, aseguró a fines de julio que Márquez y Santrich eran “bienvenidos a Venezuela”.