Un infanticidio múltiple cometido por un padre sacudió este sábado al barrio Akualand, de Valle Sánchez, en Bolivia, país que ya lleva registradas una docena de asesinatos de niños en el primer trimestre del año.

“Me los querían quitar” escribió el sujeto en una nota en la que confiesa haber matado a sus dos hijos y dos hijastras de 2, 4, 5 y 15 años, y en la que dejó además la dirección de su domicilio en la ciudad de Santa Cruz (este).

Tras el asesinato, el autor intentó suicidarse en tres oportunidades, primero ingiriendo tachuelas, luego por ahorcamiento y finalmente lanzándose de un puente, caída que le provocó algunas fracturas.

“Los vehículos patrulleros acudieron al domicilio para las investigaciones preliminares y se establece que al interior se encontraron cuatro cuerpos, dos de sexo masculino y otros dos de sexo femenino, todos ellos menores”, explicó el comandante departamental de la Policía, Igor Echegaray.

El autor confeso del hecho, que estaba a cargo del cuidado de los menores, les habría dado primero una sopa con un veneno para ratones, pero al ver que no surtía efecto los atacó con un cuchillo.

La autoridad policial dijo que el asesino será acusado de infanticidio y feminicidio -por el crimen de la adolescente, delitos para los que la ley boliviana prevé una pena de 30 años de cárcel sin derecho a indulto.

Varios casos de maltrato infantil se conocieron recientemente en Bolivia, y en su mayoría son los propios padres de los menores quienes lo ejercen.