“Nosotros tenemos una posición que dice: ‘los trabajos se deben dar por skills, (habilidades) no por títulos”.

Es una frase que no todas las empresas están dispuestas a pronunciar, sobre todo en sociedades donde y pese al endeudamiento que significa la educación superior, se ejerce una presión para que las futuras generaciones cuenten con un grado académico superior, porque lamentablemente, en la mayoría de contextos, en eso se basa el valor humano.

Sin embargo, grandes compañías como Apple, Alphabet (Google) e IBM están dando un mensaje en sentido contrario, debido a que prefieren confiar en las habilidades de los jóvenes, antes de exigirle un título universitario, magister, Ph.D, (doctorado) etc…

La frase inicial de esta nota, la brindó a BioBioChile, Jesús Mantas, responsable de la Estrategia Global de Innovación Digital de IBM, quien evidentemente (y desde su estrategia) se mostró más que dispuesto a hablar de la forma en que se mira, desde su posición empresarial, a los jóvenes con habilidades.

¿Cuál es el mensaje que IBM quiere dar al resto de empresas y a la sociedad, que en muchos países trata a las personas por sus títulos universitarios, más que por otras habilidades?

Mantas, asegura: “Queremos que todo el mundo participe de los beneficios de una sociedad más tecnológica y todo el mundo, significa todo el mundo”.

dallasisd
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Sin exigir un título universitario pero sí una preparación

El nacimiento de esta nueva idea de dejar de lado una carga académica más extensa, cara, con materias que muchas veces son un bache en el tránsito a una autopista llena de conocimientos, comenzó hace 8 años para esta empresa.

“Nosotros creamos el partnership (sociedad) con una escuela en Nueva York, el programa ‘P-Tech. Básicamente lo que el programa es, que añadimos dos años al High School que son de contenido más tecnológico y acordamos con el estado que esas personas tendrían un diploma cuando saliesen. No es un título universitario pero esos dos años les dan los skills que necesitan para desempeñar cualquier trabajo”.

Son palabras que en muchas instituciones de educación superior pueden sonar chocantes, dada la creencia de que los técnicos abaratan el pago de conocimientos de los profesionales que ejercen en determinado campo.

Pero Mantas, considera que los beneficios mostrados a partir de este tipo de iniciativas, dejan los réditos que toda sociedad debe tomar en cuenta.

“8 años después ya hay 100 mil personas que están saliendo en EEUU de este programa. Está en muchísimos países. Se ha extendido porque queremos tener un poco una forma pragmática de decir, por un lado, tenemos todos estos trabajos que no hay gente suficiente”.

Se refiere a por lo menos 5 millones de plazas en todo el territorio estadounidense, donde nadie puede hacerse cargo de desempeñarlas por falta de conocimientos tecnológicos.

“Por otro lado, queremos que todo mundo participe del nuevo tipo de trabajo y por eso creamos el programa P-tech y realmente el resultado es fenomenal. Cuando conoces a esta gente tienen los mismo o mejores skills (capacidades en relación a los universitarios).

Sin embargo, tienen en cuenta que, desde su posición, no se trata de generar rechazo o restar mérito a un grado académico superior.

“No es que un título universitario no sea adecuado, pero no todo el mundo puede tener acceso, o no tiene las condiciones, o no tiene el contexto para hacer eso y de la misma forma que hablaba antes: creemos que hay muchos trabajos que no requieren ese título universitario y que realmente pueden ser buenos trabajos con buena paga, que generan valor y crean una oportunidad para que más gente participe de la creación de riqueza por elementos de tecnología”.

P-Tech / IBM
P-Tech / IBM

Los países latinoamericanos a los que ha llegado “P-tech”

Loreto A. es una profesional chilena, que sabe perfectamente sobre endeudamiento, al llegar el momento de ingresar a la educación superior, en busca del ansiado título.

“Estudié en una universidad tradicional chilena y mi carrera costaba 10 sueldos mínimos al año (de esa época. hace 6 años) Me endeudé con un banco por 12 años, pagando un porcentaje de mi sueldo y llevo recién 3 años. Todos los años sacan un porcentaje de lo que gané y me dan un cuota que debo pagar al año siguiente, que es aproximadamente el 10% de mis ingresos mensuales. Con ese nivel de gasto, de aquí a que termine de pagar mi carrera no podré financiar una vivienda propia”, asegura la joven profesional.

Lamentablemente hay más ejemplos que crea la sociedad chilena.

Camila Arcos, terapeuta ocupacional, deja ver en su respuesta, que el momento de ingresar a la universidad fue muy complicado en su contexto.

“No me daban CAE (crédito con aval del estado) porque decían que mi familia tenía ‘muchos recursos’. Recurrí al Corfo (Corporación de Fomento de la Producción) quienes me financiaron, pero no sólo me endeude yo, también mi familia. A los años me dieron por fin el CAE y ahora debo pagar tres Corfos y un CAE lo que corresponde casi a la mitad de mi sueldo. Asi como voy y con los años que me quedan, estoy lejos de tener independencia económica”, lamenta una joven que también tiene un historial de endeudamiento, por el hecho de querer aprender.

Por lo anterior, debe tomarse en cuenta que la brecha económica y tecnológica de EEUU, con respecto a sus vecinos latinos, es gigantesca e inalcanzable por el momento.

Sin embargo y con historias similares a las chilenas, replicándose en latinoamérica, este programa ya está presente en la región como una especie de piloto que en aproximadamente una década más, brinde los beneficios que dejó a los jóvenes que ahora poseen su diploma y pueden ser captados en las compañías inicialmente mencionadas.

Pablo Ovalle/ Agencia Uno
Pablo Ovalle/ Agencia Uno

“Tenemos en Brasil, Colombia y Argentina”, asegura Giulia de Marchi, responsable de la estrategia de comunicación a nivel Latinoamérica de IBM. Desde esta empresa asegura que son, por lo general, escuelas públicas en los que se ha instalado el modelo P-Tech.

¿Tienen contemplado el proyecto en Chile, donde la educación superior es cara y deja endeudados a quienes accesan a esta, por medio de créditos?, consultó BioBioChile.

“Nuestra visión es extenderlo a cuantos más países mejor. Obviamente tenemos que trabajar con la legislación de cada país, porque incluye legislación, incluye el establecer el partnership”.

Este estratega de IBM insiste en asegurar que cada persona posee un contexto que está íntimamente ligado al acceso o no a la educación superior. Eso, ha motivado a iniciativas como P-Tech, aseguran sus impulsores.

“Tenemos que ser una sociedad más participativa. Que haya más oportunidades para todo mundo, independientemente de los medios (recursos) que se tengan”, sentencia, Manta.