Cuando escuchábamos el término inteligencia artificial, nos imaginábamos un mundo lleno de pretensiones “hollywoodescas”, en una Latinoamérica atribulada por la pobreza del tercer mundo.

Con el vaivén de la vida y el “internet de las cosas”, la brecha se ha ido acortando y los proyectos extendiéndose a lo largo de las denominadas economías emergentes (término que se le da a los países menos desarrollados).

Uno de esos proyectos está gestándose en territorio chileno y tiene que ver con inteligencia artificial y vehículos, esas máquinas de las que dependemos día a día para atravesar la jornada.

En el IBM Innovation Exchange, BioBioChile entrevistó a los encargados de dar vida (artificial) al proyecto de una APP Cognitiva que funciona de lleno desde junio en Brasil, específicamente en tres concesionarias de la empresa Volkswagen.

La APP, o manual cognitivo, no es para obtener descuentos de gas (bencina) o para neumáticos, asegura Pablo Di Si, CEO de VW para América Latina: “Es tecnología digital que habla con la gente”, sostiene, tras implementar el proyecto con IBM y presentarlo en sociedad en la turística Miami.

Paola Alemán / IBM Innovation X / Miami Beach
Paola Alemán / IBM Innovation X / Miami Beach

A lo “Auto Fantántisco”: un vehículo hablando con su conductor

En los ochentas, interactuar con un auto era cosa de fantasía, elevada a su máxima potencia por la magia de la televisión estadounidense. Era el actor David Hasselhoff, quien se daba el lujo de referirse a su Pontiac, a quien le daba órdenes con la famosa frase “turbinas, Kitt”.

Para 2019, hablarle a un auto dejó de ser una fantasía.

El proyecto de inteligencia artificial, en mención, ha permitido que vehículos de Volkswagen interactúen con su conductor, ante preguntas que pueden significar salir de un apuro cuando un neumático falle, o se presente un problema más complejo en carretera.

“Imagine que usted está manejando su auto y por algún motivo se le para el funcionamiento y le aparece una luz en el panel. ¿Qué hacen hoy? Llaman al marido, al pololo o llaman a la aseguradora. Imagínate como cambió la vida que tú, por la app, puedes sacar una foto y te va a decir que es lo que tienes que hacer, si es algo riesgoso, si no lo es, qué acción tienes que tomar. Segundo, si tienes una duda, por algún motivo en el auto, no lo digitas, hablas con él. Antes, tenías que ir al manual. No lo necesitas”, dice Rodrigo Stanger, Vicepresidente de IBM para el sector de Servicios de Consultoría del Sector Automotriz.

Se trata además de procesos amigables con personas de la tercera edad y quienes no se consideran nativos digitales por brecha generacional, o decisión propia.

Otro de los incidentes en carretera, que no podía resolverse en tiempo real, era quedar atrapado con los neumáticos en la nieve. A los originarios de Brasil, como a los chilenos en su territorio o en el argentino, les ha sucedido. También por medio de la aplicación cognitiva, el conductor ya puede consultarlo a su auto y este le dice como proceder sin intermediaros o llamadas telefónicas que el concesionario muchas veces no se molestó en contestar y menos en fin de semana (historia real).

“Me acuerdo de un caso en que apareció una luz, que era una luz de neumático de invierno que es para afuera de Brasil y reportó un problema que no estaba en el manual cognitivo. Tuvimos que entrenarlo para responder esas preguntas y ya no se necesita que el concesionario hable al equipo de gestión para decirle que está pasando en tiempo real”, asegura Ricardo Barbosa, Vicepresidente de Estrategia Digital de IBM para Latinoamérica.

Por el momento, ya se contabilizan 50 mil descargas de la aplicación y 150 mil preguntas que los usuarios han hecho a su auto por medio de esta tecnología.

Otra de las herramientas de la inteligencia artificial en la industria automotriz, tiene que ver con el “dealer cognitivo”. Este permite, desde elegir el color de un auto, el modelo o precio, hasta comprarlo desde la concesionaria y sin tener que ir al banco. Si, sin la burocracia de por medio. “A unos 4 clicks”, aseguran IBM y VW.

“Si un cliente va a la concesionaria, elige modelo y color, en el mismo sistema va al banco, simula la financiación. En 3 segundos es aprobado o no y eliminamos toda la parte de papel”, asegura Pablo Di Si, CEO de VW. Esta nueva forma de adquisición funciona desde el 1 de junio pasado en concesionarias de Brasil y pretenden implementarlo en Chile el próximo año.

Lo que viene a Chile en 2020

El mercado chileno sigue siendo un atractivo en la región a la hora de hacer negocios. En VW, la venta a través de la inteligencia artificial, está arrancando en preparativos, con miras a pisar el acelerador hasta el fondo.

El sistema bancario chileno tiene mucho protagonismo al respecto. Ejecutivos de la empresa automotriz han transitado con su idea durante los últimos meses en nuestro país para poder implementar las ventas de los autos, por medio de la app cognitiva, sin necesidad que el cliente vaya al banco.

“Chile es un mercado extremamente avanzado. Es más, visité concesionarias y no solamente a consumidores y vendedores, sino también hice el proceso (piloto) de ventas. Les dije: muéstrenme cómo venden un auto en Chile. El sistema bancario en Chile es muy desarrollado. Entonces, simulamos la venta de un auto y cuando la chica puso el financiamiento ficticio, en 5 segundos le dio la aprobación del crédito”, asegura Di Si. De ahí, que este territorio forme parte de los planes basados en inteligencia artificial para que, en algunos meses, la tecnología esté al alcance de los consumidores no solo en las marcas de lujo.

marketing4commerce
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Inteligencia artificial: mis datos y mi privacidad

Si la garantía de servicio es ofrecida con las bondades de la tecnología: ¿en dónde está la que me indica que mis datos serán resguardados, sobre todo al comprar un auto por medio de la aplicación?

Esa fue la pregunta obligada para los gestores de estos ofrecimientos, tomando en cuenta lo mal que lo han pasado los bancos chilenos y sobre todos sus clientes, quienes vieron vulnerados sus datos en varias ocasiones desde el año pasado.

“Cuando uno entra al aplicativo, que es amigable, le pide al usuario que autorice intercambiar los datos, por la Ley de Protección de Datos. Si el consumidor dice ‘no estoy de acuerdo’ no hay interacción, por ley. Apenas uno entra y dice: ‘El sistema va a procesar sus datos, usted lo autoriza’, ¿sí o no?. Dice, ‘sí’, ok. Dice,’no’, ahí se acabó. No hay interacción”, asegura Di Si.

Pero actúan con la legislación de cada país. Es decir, cada estado es responsable de garantizar también que los clientes no vean expuestos sus datos, como ha ocurrido en otros casos cuando la tecnología y los ciberataques, se han vuelto un verdadero problema en las sociedades desprevenidas.