Greenpeace calificó como un “crimen ambiental” los incendios que están afectando una extensa zona del Amazonas.
A través de varios vuelos sobre parte de la zona, registró el alcance que ha tenido el fuego y cómo la extensa deforestación en el área está sirviendo en la práctica como “combustible” para que las llamas avancen y no se apaguen.
“Nuestros colegas de Greenpeace en Brasil han podido registrar mediante sobrevuelos la magnitud de los incendios provocados por los terratenientes para avanzar con más deforestación para ganadería y soja”, acusó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace Andino.
“Lamentablemente, lo que se observa es desolador. Hay 70.000 focos y el fuego no se detiene. Exponemos estas imágenes para mostrar la necesidad de actuar de manera rápida para frenar esta situación y, por sobre todo, para que no vuelva a repetirse”, añadió.
Desde la organización medioambiental destacaron el carácter masivo que han tenido las manifestaciones que se han desarrollado a través del mundo y que exigen una pronta y decidida reacción por parte del presidente Jair Bolsonaro.