La calificadora S&P recortó este viernes la nota de Argentina a “-B” de “B” citando “la pronunciada turbulencia del mercado”, una degradación que se suma anunciada más temprano por la agencia de riesgo Fitch.

“La pronunciada turbulencia del mercado financiero, con una depreciación significativa del peso argentino y un repunte en las tasas de interés, tras las elecciones primarias del domingo pasado en Argentina, ha debilitado significativamente el ya vulnerable perfil financiero del soberano”, explicó S&P.

La agencia S&P colocó una perspectiva negativa a la nota en reflejo de “los riesgos que afronta Argentina mientras el gobierno trabaja para estabilizar los mercados económicos y financieros”.

“Este escenario económico más complejo (con una recesión prolongada más profunda, una inflación todavía más elevada y dinámicas más estresadas para la deuda y el financiamiento) acrecienta los desafíos”, dijo la calificadora.

Del total de la deuda, casi un 80% está denominada en moneda extranjera, en un momento que el peso argentino cerró la semana con una pérdida del 19,91% de su valor.

En tanto, hoy la agencia calificadora Fitch recortó este viernes dos escalones la nota de la deuda de Argentina desde “B” hasta “CCC”, una categoría que indica hay posibilidades de un default en un contexto de volatilidad de los mercados, con una aguda caída del peso tras las primarias.

“El recorte de la nota de Argentina refleja una elevada incertidumbre política después de las elecciones primarias del 11 de agosto, un severo endurecimiento de las condiciones financieras y el esperado deterioro del ambiente macroeconómico que aumenta la posibilidad de un default de la deuda soberana o de una restructuración de algún tipo”, dijo la entidad.