Un tribunal de Panamá absolvió este viernes al expresidente, Ricardo Martinelli, por cargos de espionaje político y malversación de fondos públicos.

Tras la lectura del veredicto, gritos de júbilo se produjeron en la sala por simpatizantes de Martinelli, quienes también increparon a los fiscales y a los abogados querellantes.

El exmandatario era juzgado desde el 12 de marzo por presuntamente “pinchar”, entre 2012 y 2014, las comunicaciones de unos 150 opositores a su gobierno.

Por la comisión de cuatro delitos, la fiscalía había pedido 21 años de prisión contra el exgobernante: cuatro por interceptación de las telecomunicaciones sin autorización judicial y otros cuatro por seguimiento y vigilancia sin permiso de las autoridades competentes.

También había solicitado diez años de reclusión por peculado de sustracción (desaparición de los equipos utilizados para el presunto espionaje -valorados en 13 millones de dólares-) y tres por peculado de uso (utilización de personas y recursos del Estado para fines privados).

Sin embargo, el Tribunal estimó que la credibilidad del testigo protegido utilizado por la fiscalía, un miembro del Consejo de Seguridad, estuvo “afectada” por la “parcialidad” de sus declaraciones.

Además, se “vulneraron principios fundamentales del debido proceso”, según el veredicto unánime, que fue recibido por Martinelli con gesto serio.

Vergüenza Nacional

Martinelli estaba acusado de crear y liderar “un aparato organizado de poder” al margen del Estado para la “vigilancia y seguimiento de personas” críticas con su gestión.

Entre los presuntos espiados estaban periodistas, sindicalistas, políticos, empresarios y miembros de la sociedad civil.

Las víctimas y la fiscalía habían pedido al Tribunal una condena “ejemplar” de 21 años para sentar un precedente histórico contra la corrupción, en un país salpicado por distintos escándalos internacionales.

“Este fallo es histórico, pero histórico de la corrupción. Aquí el que pinchó salió inocente. La justicia nuevamente le falló a este país”, dijo a la AFP Balbina Herrera, excandidata presidencial y querellante.

“Es una cosa triste y una vergüenza nacional. Es una derrota para nuestro sistema de justicia y la señal que estamos mandando a la sociedad y al resto del mundo es muy negativa”, señaló Mitchell Doens, otro de los querellantes.

Dos subalternos del expresidente ya habían sido condenados a cuatro años de cárcel por este caso, mientras que otros dos están desaparecidos.

“El resultado de este fallo es una victoria para la impunidad. Esta es una noche oscura para la justicia panameña”, dijo a la AFP Aurelio Barría, víctima de los supuestos “pinchazos”.