La fórmula presidencial opositora, integrada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, llamó a votarla para cambiar el rumbo económico y dejar atrás la recesión en Argentina, al cerrar el miércoles su campaña hacia las primarias del domingo.

Ante varias decenas de miles de personas en Rosario, a 310 km de Buenos Aires, Fernández instó a conquistar a los que en 2015 votaron por el presidente liberal Mauricio Macri y hoy puedan sentirse defraudados en el marco de la crisis económica, con caída del consumo y de la producción, alza de la pobreza y desempleo, alta inflación y devaluación de la moneda.

El candidato por la coalición peronista de centroizquierda Frente de Todos sostuvo que la discusión que se plantea es “qué país queremos construir”.

“No les pregunten de dónde vienen, pregúntenle a donde quieren ir, si el destino es el nuestro, llévenlo con nosotros, todos hacemos falta”, dijo a sus seguidores.

El domingo tendrán lugar las Primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) que al no dirimir internas porque esta vez las fuerzas políticas presentan listas únicas, se convierten en una suerte de gran encuesta electoral nacional.

Junto a Fernández de Kirchner como candidata a la vicepresidencia, Alberto Fernández es favorito en casi todos los sondeos camino a las presidenciales de octubre, en las que Macri buscará su reelección.

“Nosotros, entre los que especulan en la timba (apuesta) financiera y los que invierten para producir en Argentina, votamos por los que invierten y producen; entre los empresarios que dan trabajo y los que andan comprando Lelic (bonos), votamos por los que dan trabajo; entre esos especuladores y los que trabajan, votamos por los que trabajan, y entre los jubilados y los bancos, nosotros, elegimos los jubilados”, afirmó Fernández.

Antes que él, la expresidenta (2007-2015) aseguró que junto a Fernández, su exjefe de Gabinete con quien estuvo peleada una década, fueron “capaces de entender que era necesaria la unidad de todos los que creemos que una Argentina distinta es posible”.

Fernández de Kirchner afirmó que “el punto de inflexión” fue “cuando otra vez (el gobierno) decidieron endeudarnos con el Fondo Monetario Internacional a todos los argentinos”.

Hace un año, en medio de una corrida cambiaria, Macri acudió al FMI que otorgó a Argentina un préstamo récord de 56.000 millones de dólares a cambio de un plan de fuerte austeridad.

Argentina había dado por cerrada su historia con el FMI en 2006 cuando el entonces presidente Néstor Kirchner canceló la deuda por 9.600 millones de dólares y suspendió sus relaciones con el organismo. Alberto Fernández era su jefe de gabinete.

Macri dijo este miércoles que “este domingo se decide si volvemos al pasado o avanzamos al futuro”, en un acto en Córdoba, a 700 km de la capital, donde arrasó en las elecciones pasadas. Su cierre de campaña será el jueves en las afueras de Buenos Aires.