Caracas y amplias regiones de Venezuela volvieron a quedar a oscuras este lunes por un masivo apagón, que a la vez colapsa servicios básicos como el suministro de agua potable y la telefonía.

La falla dejó sin electricidad a gran parte de Caracas desde las 16:41 horas locales (20:41 GMT), mientras que ciudadanos en redes sociales reportaron cortes en gran parte de los estados del país.

La estatal Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) solo informó sobre una avería que afecta a sectores de la capital.

“Siento indignación. No se hicieron los correctivos necesarios y es más de lo mismo. Cuidado si este (corte) no es peor que los anteriores”, dijo a la AFP Eurimar Güere, de 36 años, tras salir de su oficina en el este de Caracas.

A principios de marzo, un gigantesco apagón paralizó a Caracas y el resto de los 23 estados de Venezuela durante una semana, derivando en graves fallas de los servicios de agua y telecomunicaciones, y obligando a suspender la jornada laboral y las clases.

La atención hospitalaria también se vio afectada por ese incidente y otro más que se registró días después. La oposición denunció entonces una veintena de muertes por problemas en la atención en centros médicos.

Con el apagón de este lunes, los semáforos quedaron fuera de servicio en Caracas, lo que generó grandes embotellamientos; al tiempo que ríos de personas caminaban por las aceras ante el cierre de estaciones del neurálgico servicio de Metro.

El gobierno del presidente Nicolás Maduro atribuyó el apagón de marzo a “ataques terroristas” contra la central hidroeléctrica de Guri (estado Bolívar, sur), que genera 80% de la electricidad que consume el país, y culpó a la oposición y a Estados Unidos.

En abril se registró otro corte que dejó a oscuras a gran parte del territorio, prolongándose por unas horas.

“Destruyeron el sistema eléctrico”

“Es lo mismo de siempre”, se lamentó Alberto Llano, comerciante de 28 años.

Los apagones son habituales en Venezuela, en especial en la zona occidental. El gobierno suele achacarlos a sabotajes, mientras que la oposición y especialistas lo responsabilizan por falta de inversión en infraestructura, impericia y corrupción en medio de una grave crisis económica.

“Intentaron esconder la tragedia con racionamientos en todo el país, pero el fracaso es evidente: destruyeron el sistema eléctrico y no tienen respuestas”, reaccionó en Twitter este lunes el líder opositor Juan Guaidó, jefe del Parlamento reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países.

Guaidó renovó llamados a protestar en una sesión callejera que la mayoría legislativa realizará este martes en una plaza de Caracas.

Más temprano, tras denuncias de Venezuela sobre una nueva incursión de un avión de inteligencia de Estados Unidos en espacio aéreo venezolano, el líder chavista Diosdado Cabello vinculó ese tipo de incidentes con los apagones de marzo.

De acuerdo con el gobierno socialista, 78 violaciones de aeronaves estadounidenses al espacio aéreo venezolano se han registrado en 2019.

Comercios cerrado

Comercios cerrados eran una escena común a finales de la tarde este lunes, pues la falta de electricidad impide usar datáfonos para cobro con tarjetas de débito y crédito. Las tarjetas son fundamentales en Venezuela debido a la escasez de dinero en efectivo por la rápida pérdida de valor de los billetes frente a la devaluación de la moneda local, el bolívar, y la hiperinflación.

“Tengo hambre, quiero comer y no hay dónde pasar la tarjeta”, expresó a la AFP Hernán Montalvo, quejándose de no tener efectivo ni para comprar un perro caliente.

Pese a los señalamientos de sabotajes, Maduro destituyó a quien fuera ministro de Energía Eléctrica en marzo, Luis Motta Domínguez.

Lo sustituyó en abril por Igor Gavidia, que duró poco, pues el mandatario nombró en junio a un nuevo encargado de esa cartera, Freddy Brito.

A finales de junio, Estados Unidos impuso sanciones a Motta y a otro allegado de Maduro.

Ambos fueron acusados de utilizar bancos de Florida para lavar las ganancias de sobornos de compañías estadounidenses que recibieron contratos por más de 60 millones de dólares con Corpoelec entre 2016 y 2018, según el Departamento de Justicia estadounidense.