Los dos principales candidatos presidenciales opositores al mandatario argentino Mauricio Macri, le expresaron este jueves al FMI la necesidad de reformular los términos del multimillonario préstamo otorgado al país a cambio de un severo plan de ajuste.

“Le transmití al FMI nuestra disposición a reformular los acuerdos sin exigirle más esfuerzos a nuestro pueblo. La Argentina vive hace tiempo en un ‘default’ encubierto”, dijo en un comunicado el candidato Alberto Fernández.

Fernández es un liberal progresista del peronismo que encabeza una fórmula en compañía de la expresidenta Cristina Kirchner (peronista de centroizquierda).

La reunión fue celebrada en Buenos Aires con Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, y Trevor Alleyne, el representante residente.

En otra declaración de prensa, el FMI expresó que tuvo con Fernández “una reunión productiva” y la consideró “una oportunidad para intercambiar opiniones sobre las perspectivas económicas actuales de la Argentina y conocer más sobre sus prioridades de política económica”.

Los hombres del FMI se reunieron también con otro aspirante peronista, el liberal centrista Roberto Lavagna, quien dijo en las redes sociales que su eventual gobierno “renegociará los plazos del ‘stand by’ porque, así como están, ahogan por muchos años la esperanza de crecimiento de los argentinos ¡Ellos y el gobierno lo saben!”.

Fernández afirmó que Macri “no cumplió con el propósito de reducir la deuda y la inflación, recuperar el crecimiento, generar empleo y combatir la pobreza”.

Recesión, pobreza, desempleo

Argentina está recibiendo del FMI la mayor ayuda financiera de la historia por casi 57.000 millones de dólares, en un plan a tres años, hasta 2021. Macri buscará su reelección en la votación del 27 de octubre. Los sondeos marcan que su mayor adversario es Fernández, en un escenario polarizado, en tanto que el tercero en discordia es Lavagna.

La votación para un mandato de cuatro años se realizará en medio de una dura crisis económica expresada en forma de una recesión que ya dura un año, con una estela de pobreza, desempleo e inflación.

En cambio, crítico de las políticas proteccionistas, de controles y subsidios que caracterizaron al gobierno precedente de Kirchner (2007-2015), Macri pide “no volver al pasado” porque considera que sería equivalente a una autodestrucción.

Camilla Andersen, jefe de la División de Comunicación de Políticas del FMI, dijo en rueda de prensa que las reuniones de Werner y Alleyne con Fernández y Lavagna se dan en el marco de la política del FMI de involucrarse “proactivamente” con los actores políticos de todos los países, en particular con los que tiene programas en curso.

“Es realmente importante para nosotros llegar a un amplio espectro de políticos para escuchar sus opiniones y también para comprender sus objetivos y políticas clave y cómo se inscriben en el programa de apoyo del FMI”, indicó.

Lagarde con Macri en el G20

La directora del FMI, Christine Lagarde, apoyó el viernes las reformas fiscales emprendidas por el gobierno de Argentina durante una reunión con el presidente Mauricio Macri, al margen de la cumbre del G20 que se celebra en Osaka, Japón.

“Reiteré el apoyo del Fondo al programa de estabilización económica de Argentina y los continuos esfuerzos de políticas para abordar las vulnerabilidades económicas, incluida la reducción de los desequilibrios fiscales y de cuenta corriente del país, y el combate decisivo de la inflación”, informó en un comunicado Lagarde.

Lagarde aseguró que el FMI y el gobierno de Argentina “están cerca de concluir sus conversaciones sobre la cuarta revisión del acuerdo” que la institución acordó Buenos Aires el año pasado.

Argentina, tercera economía latinoamericana, entró en recesión en 2018 tras dos estampidas cambiarias que dispararon la inflación a casi 60% en los últimos 12 meses.

A cambio, Argentina se comprometió a conseguir el equilibrio fiscal en 2019 y un superávit en 2020 con un duro plan de austeridad.

“Estos esfuerzos están comenzando a dar resultados y deberían sentar las bases para el retorno de la confianza y el crecimiento”, añadió Lagarde.