Armas llegadas de Estados Unidos y Europa y ensambladas en Argentina, proyectiles, municiones e incluso un cañón automático, eran enviados por encomienda a Brasil, en un llamativo modus operandis de una red internacional dedicada al contrabando de armamento.

Un verdadero arsenal fue decomisado el miércoles en un operativo conjunto de la gendarmería (policía militarizada) y la Aduana, ordenado por el juez en lo Penal Económico Pablo Yadarola que investiga el caso desde octubre de 2018.

Con los 52 allanamientos perpetrados en varias provincias argentinas, más otros realizados el año pasado, se requisaron 1.262 fusiles de asalto y 1.316 pistolas, además de 130.000 municiones de diferentes calibres.

En la localidad de Martínez, en las afueras de Buenos Aires, el miércoles fue detenido un hombre considerado el jefe de la banda, en cuya casa se encontró un ‘bunker’ oculto detrás de un armario y una puerta blindada, donde se escondía un arsenal.

Solo el miércoles fueron decomisadas 923 armas entre fusiles y ametralladoras, granadas, municiones.

“Está absolutamente desarticulada la banda que comercializaba armas a los países vecinos para organizaciones criminales muy complejas. En la primera etapa de la investigación, en noviembre del año pasado, encontramos el taller armero donde se montaban los fusiles AR15 que venían del exterior”, aseguró el juez Yadarola.

AFP
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Arsenal inédito

La pieza más importante del botín es un cañón antiaéreo Oerlikon 20mm, que había sido robada a un arsenal militar argentino y que estaba oculto en un predio en la ciudad de Tandil (310 km al sur).

Unas 100.000 municiones 20 mm, además de explosivos y minas antitanques fueron halladas en Córdoba (700 km al norte).

De acuerdo a la pesquisa, el arma estaba a punto de ser comercializada. Un grupo narco brasileño había ofrecido 1,5 millón de dólares por la pieza de artillería, según el diario argentino La Nación.

Entre el armamento decomisado había fusiles de asalto (AK47, SAR80 británicos, Famas francés, M4 estadounidenses, FAL, entre otros modelos), subfusiles tácticos, ametralladoras pesadas calibre 50, armas cortas, rifles de francotiradores Barret M82 calibre 50, granadas y minas antitanques.

Había además municiones de diferentes calibres, pólvora, granadas, balanzas, visores nocturnos, documentación de empadronamiento de armas, partes de armamento y katanas, informó el ministerio de Seguridad.

También fueron requisados 166.000 dólares y 800.000 pesos (18.000 dólares).

La investigación

La investigación judicial se inició el 17 de octubre de 2018 cuando llegó a la Aduana argentina una alerta sobre encomiendas con piezas de fusiles AR15.

Cuando llegó la carga al aeropuerto internacional de Ezeiza “se sustituyeron las piezas por otras de similar peso para seguirles el rastro”, indicaron fuentes de la investigación citadas por la prensa argentina.

Las armas eran enviadas desde Estados Unidos a Argentina en encomiendas. Los cargadores eran comprados en Alemania y trasladados a España y por encomiendas los llevaban a Holanda desde donde salían en barco para Buenos Aires, precisó el ministerio de Seguridad.

Una vez ensambladas en Argentina, eran enviadas a Brasil utilizando una empresa de transporte de pasajeros de Paraguay, con anuencia de algunos choferes, que las trasladaba hasta la ciudad de Pedro Juan Caballero, y de ahí seguía su camino a Brasil.

En Estados Unidos también fueron detenidos dos ciudadanos brasileños y un argentino “que formaban una organización que traía el material a Argentina”, dijo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

La ministra no descartó que de la documentación requisada se puedan “encontrar alguna otra ruta” de las armas, además de Brasil.