Dos son los episodios de intolerancia que han ocurrido en el transcurso de un mes, en el congreso Hondureño. Tuvieron lugar entre abril y mayo pasado, pero siguen dando de que hablar a nivel latinoamericano.

El primer y desafortunado suceso, ocurrió cuando fue presentada una moción para garantizar la continuidad de David Matamoros como presidente del Tribunal Supremo electoral.

Los partidos Libertad y Refundación, entre otros, se vieron enfrascados en algo que medios locales titularon como un verdadero “zafarrancho” en el primer órgano de estado de esa nación centroamericana.

En esa ocasión, con carteles en mano y con uso de silbatos, la agenda legislativa se convirtió en una zona popular, más parecida a un estadio u otro evento que no tenía nada que ver con una sesión plenaria.

Varios días después, vino otro incidente que subió de tono y no por los silbidos, pifias o uso de silbatos. Los puños fueron el elemento más ruidoso utilizado por los adversarios políticos en en el congreso hondureño.

Legisladores de los Partidos Nacional y Libertad (este último protagonista del primer incidente) se fueron a puñetazos en una escena, la cual poco a poco incluyó empujones de otros congresistas que, en su intento por separar a sus compañeros, terminaron en medio de la trifulca.

Minutos antes, el diputado Jarix Dixon, uno de los cuales se fue a los puños, incluso lanzó cohetes dentro del recinto.

Once noticias / Honduras
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El descontento se debió esta vez, a la propuesta presentada por Libertad y Refundación para que se eliminaran decretos de emergencia en las carteras de Salud y Educación.

Legisladores alejados de la especie de cuadrilátero, se encargaron de grabar el bochornoso momento, el cual fue replicado en medios de comunicación locales y por ende, ampliamente repudiado por los ciudadanos hondureños.

No es primer año en que ocurren este tipo de incidentes. En 2017 la prensa hondureña retrataba para la historia de su política, a diputados hasta con moretones en los ojos, producto de otras batallas campales en pleno congreso. Los incidentes también han sido protagonizados por ministros de la nación.