El contraataque del oficialismo venezolano lanzado contra el Parlamento opositor tras el fallido alzamiento militar contra Nicolás Maduro deja un diputado preso y tres refugiados en sedes diplomáticas, una ofensiva repudiada por Juan Guaidó que llamó a salir a las calles el sábado.

Acusado al igual que otros nueve colegas de apoyar la sublevación del 30 de abril, el vicepresidente del Parlamento, Edgar Zambrano, fue detenido la noche del miércoles en una operación cinematográfica, mostrada en redes sociales y narrada en Twitter por el propio legislador.

Agentes del servicio de inteligencia con armas largas interceptaron al brazo derecho de Guaidó en su vehículo 4×4 frente a la sede de su partido. El legislador se negó a bajar y tuvo que llegar una grúa para llevarse el coche.

Una caravana de patrullas fue cortando las calles para permitir el veloz paso de la grúa con el vehículo hasta el Helicoide, el temido cuartel del servicio de inteligencia (Sebin). En la tarde del jueves, su defensa no había tenido acceso al dirigente, denunció a periodistas su abogada Lilia Camejo.

Otros tres diputados se refugiaron en sedes diplomáticas para evitar su captura por la rebelión que encabezó Guaidó en su intento por desalojar a Maduro del poder. En la residencia del embajador de Argentina está Richard Blanco y en la del embajador de Italia, Mariela Magallanes y Américo De Grazia.

Este último anunció su decisión el jueves en Twitter: “No le daré el gusto a la narcodictadura de que me exhiba como trofeo y me use como rehén”.

“Si podemos hablar de un golpe de Estado en Venezuela, aquí está: el desmontaje del Parlamento nacional”, reaccionó Guaidó en una rueda de prensa en Caracas, donde acusó a Maduro de usar el “terrorismo de Estado” para aferrarse al poder.

Sonriente y tranquilo, Guaidó, reconocido como presidente interino por medio centenar de naciones, estuvo resguardado por su dispositivo de seguridad habitual, pese a haber sido él mismo despojado de su inmunidad y estar bajo amenaza de arresto.

“No nos vamos a detener, vamos a seguir en las calles. Este es un proceso que termina con la libertad de Venezuela”, advirtió Guaidó, llamando a una nueva protesta nacional el sábado.